La provincia de Alicante cerró el año 2014 con 657 oficinas bancarias, un 15,5% menos que en 2012, cuando había 778, mientras que el número de empleados por sucursal cayó en un 13%, hasta situarse en los 4.562, según se desprende de los datos que hizo públicos ayer la Asociación Española de Banca (AEB), a través de su anuario estadístico. Respecto a 2013, a lo largo del año pasado cerraron 29 entidades.

Ese mismo informe también pone en evidencia que, durante el ejercicio pasado, hubo 2.844 habitantes por oficina en la provincia, ligeramente por debajo de los 2.499 contabilizados en 2012, año en el que se registraron, según las estadísticas de la patronal del sector, las cifras más altas por lo que respecta a número de empleados de banca y de sucursales en Alicante.

Por otro lado, el volumen de depósitos custodiado por las oficinas alicantinas se situó en los 22.255 millones de euros en 2014, el 3,4% del total nacional, mientras que los créditos concedidos alcanzaron los 35.693 millones de euros, representando así el 4,8% de los préstamos que dieron los bancos en el conjunto de España.

El anuario de la AEB, asimismo, deja a las claras que en el conjunto de España se cerraron 1.064 sucursales en 2014, hasta quedarse en las 12.999, prácticamente en los mismos niveles que había en el año 1979, cuando la cifra de sucursales en todo el territorio nacional estaba en las 12.235.

Sea como sea, Alicante, pese a los recortes en instalaciones, todavía sigue muy lejos de los registros de finales de los años setenta. No en vano, a finales de esa década, y según los informes de la patronal bancaria, Alicante contaba con 377 oficinas, prácticamente la mitad que en 2014.