La patronal del metal Fempa ha sido tradicionalmente el colectivo más crítico con la gestión económica de Coepa, hasta el punto de recurrir en varias ocasiones a los tribunales, con sentencias que, hasta la fecha, les han dado la razón, y con otro proceso judicial abierto en estos momentos para pedir un listado detallado de las ayudas públicas que ha recibido la confederación en los últimos años y los balances económicos. Con estos puntos de partida, y como era de esperar, desde el metal volvieron a oponerse ayer a las cuentas presentadas. En esta ocasión, no hubo intervención en la asamblea, aunque, tras la reunión, incidieron en que ese rechazo respondía a que, a juicio de Fempa, no se ha explicado lo suficiente el resultado del pasado ejercicio. En esta línea, afirmaron que, sin la venta del edificio de Ruperto Chapí y la imputación de las subvenciones de capital correspondientes, las pérdidas de Coepa al cierre de 2014 se habrían situado en el millón de euros. Eso, precisamente, es lo que les sirvió de argumento para alertar de que la viabilidad de Coepa está en peligro, y para oponerse a unos presupuestos que consideran que no son realistas. También aprovecharon para exigir más transparencia.