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A Andorra y Suiza

Detenidos Olivas y los hoteleros Ferri y Baldó por desviar 115 millones

La Audiencia Nacional investiga los negocios que Bancaja y el Banco de Valencia realizaron junto a los hoteleros en México -Otras seis personas resultaron arrestadas en el transcurso de la operación de la Guardia Civil

Detenidos Olivas y los hoteleros Ferri y Baldó por desviar 115 millones

En los calabozos de la Guardia Civil de Valencia ha pasado la noche el expresidente de la Generalitat y ex máximo responsable de Bancaja y de su filial Banco de Valencia, José Luis Olivas, y quienes llegaron a ocupar junto al político del PP la cúpula de ambas entidades financieras (Aurelio Izquierdo, José Cortina y Domingo Parra) mientras que los empresarios hoteleros de Benidorm Juan Ferri y José Baldó han disfrutado de similar alojamiento, pero en las dependencias que la Benemérita tiene la localidad madrileña de Tres Cantos.

Los seis fueron detenidos ayer junto a otras tres personas vinculadas a estas entidades financieras (Manuel Setién, Julián Dolz y Rafael Tomás Codoñer) en el marco de la investigación que sobre los negocios que Bancaja financió a Ferri y Baldó en México está realizando la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil adscrita a la Fiscalía Anticorrupción bajo la dirección juzgado central 3 de la Audiencia Nacional, a cuyo frente se encuentra el magistrado Juan Pablo González tras la marcha de Javier Gómez Bermúdez, quien dirigió estas pesquisas antes de su traslado a París. Por la tarde, Olivas tuvo que ser conducido hasta un centro hospitalitario por una indisposición de la que fue dado de alta casi de inmediato.

«Trato de favor»

La Guardia Civil mantiene que «Bancaja y Banco de Valencia habrían financiado operaciones inmobiliarias en el Caribe mexicano permitiendo desviar a paraísos fiscales importantes plusvalías originadas por la interposición de sociedades instrumentales». Los agentes han llegado a la conclusión de que existió «trato de favor» de ambas entidades financieras al grupo empresarial benidormí cuyos propietarios, los ahora detenidos Ferri y Baldó, «desviaron más de 130 millones de dólares (unos 115 millones de euros) a Andorra y Suiza mediante una elaborada ingeniería financiera y la interposición de sociedades instrumentales».

Además de estas nueve detenciones, a las que podría sumarse alguna más a lo largo de la jornada de hoy, hay varios imputados y se han practicado seis registros en empresas y domicilios de Valencia y Barcelona: uno de ellos en el de Domingo Parra y otro en la sede de Bankia Hábitat, en Valencia, donde trabaja Dolz y de donde se llevaron un ordenador y documentación.

Los arrestos se han producido «por los supuestos delitos de apropiación indebida, administración desleal, blanqueo de capitales, corrupción entre particulares y falsedad documental», precisa la Guardia Civil.

Los préstamos que Bancaja y Banco de Valencia concedieron a los empresarios de Benidorm alcanzaron los 540 millones y estaban destinados a proyectos que, en su mayoría, no contaban ni con la tasación de los terrenos. Unas operaciones que supusieron a las entidades un quebranto económico de 250 millones, según el informe elaborado por el Banco de España.

En tren en vez de en furgón

El azar ha querido que en ninguna de las dos ocasiones en las que Ferri y Baldó han tenido que comparecer en la Audiencia Nacional por sus negocios al otro lado del Atlántico hayan tenido que llegar conducidos en un furgón policial. Ayer, los dos empresarios tenían una cita en Madrid por negocios. Habían quedado a mediodía con su abogado para firmar unos documentos, lo que hizo que salieran de sus respectivos domicilios temprano, momentos antes de que los agentes llegaran a detenerles. Con eso no evitaron el arresto, que se produjo nada más llegar a Atocha por guardias de paisano, pero sí el tener que hacer el desplazamiento entre Benidorm, donde residen, y la capital de España, en un incómodo furgón policial, como sí harán hoy los siete detenidos en Valencia para ser puestos a disposición judicial.

En la ocasión anterior, cuando en noviembre de 2013 Gómez Bermúdez ordenó las detenciones por los negocios con la CAM a través de Valfensal, Ferri y Baldó se encontraban fuera de España. Así, mientras sus otrora socios en la mercantil, los exdirectivos de la caja Roberto López Abad y Daniel Gil Mallebrera, sufrieron en el furgón los 400 kilómetros largos que separan Alicante de Madrid, Ferri y Baldó comparecieron días después ante el magistrado recién aterrizados de México con un bronceado que fue la envidia de toda la Audiencia Nacional en aquel frío diciembre.

Segunda noche

Es probable que los detenidos ayer tengan que sumar una segunda noche en los calabozos ante la previsión de que las declaraciones ante el magistrado González no comiencen hasta mañana.

Los que permanecieron en los de Valencia no tuvieron trato preferente. Ellos fueron ayer los únicos ocupantes de los calabozos, comieron el menú del día y han habitado unos cuartos de entre 5 y 6 metros cuadrados sin un solo adorno. En cada celda hay una construcción de cemento a modo de camastro y a cada detenido se le ofreció una delgada colchoneta y una manta.

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