Dos o tres años de crecimientos cercanos al 3% no son suficientes. Si España quiere acabar de verdad con la lacra del paro necesita mantener este ritmo durante «muchos años» y, para conseguirlo, hay que continuar con las reformas que permitan elevar la competitividad de la economía nacional. Así de contundente se mostró ayer el presidente de Bankia, José Ignacio Goigolzarri, durante la conferencia que impartió en Alicante con motivo del Primer Encuentro Mediterráneo que organizó la Asociación de la Empresa Familiar con motivo de su vigésimo aniversario.

De esta forma, el banquero se alineaba con las tesis del Banco de España o del Fondo Monetario Internacional sobre la necesidad de mantener lo que se ha denominado «impulso reformista», aunque Goirigolzarri no quiso entrar en detalles sobre las medidas concretas. «Comparto con el FMI que la economía española se tiene que liberalizar y todo lo que sea liberalizar es bueno», señaló tras el acto, sin querer profundizar, al ser preguntado por los periodistas.

De hecho, durante su intervención en el foro, que se desarrolló en las instalaciones de Casa Mediterráneo, las propuestas de reforma que lanzó el máximo responsable de Bankia tuvieron poco que ver con subidas de impuestos o con una nueva vuelta de tuerca de la reforma laboral.

Tras repasar y alabar la mejora que ha experimentado la situación económica en nuestro país -«que no nos ha tocado en ninguna tómbola ni en la lotería», recordó-, José Ignacio Goirigolzarri señaló que España sigue teniendo por delande dos importantes retos, como son la elavadísima tasa de desempleo que existe y el desequilibrio exterior.

Sobre el primero señaló que es necesario mejorar «la empleabilidad» de los trabajadores españoles y aquí, señaló, «la educación sigue siendo la gran asignatura pendiente y debería haber una reflexión sobre la incapacidad que tenemos para encontrar un consenso sobre el modelo adecuado». Al respecto apuntó la necesidad de elevar el porcentaje de jóvenes que cursan grados medios y superiores de FP, mucho más bajo que la media de los países desarrrollados, y sobre la adaptación de las carreras universitarias a lo que necesitan las empresas.

Parados de larga duración

Pero, sobre todo, insistió en la necesidad de dar formación, de «reciclar» a ese «50,4% de parados que son parados de larga duración». «La sociedad no puede desentenderse de ellos ni puede permitirse esta situación económicamente», insistió tras denunciar que, en la actualidad, menos del 20% de este colectivo había recibido algún tipo de curso para mejorar su empleabilidad. «Son medidas que hay que aplicar ya», recalcó, tras el acto.

En cuanto al desafío exterior, Goirigolzarri destacó que el principal problema es la falta de «tamaño» de la mayoría del tejido empresarial, lo que frena que puedan exportar sus productos. Así, reclamó a la Administración que impulse el crecimiento de estas empresas o su fusión, mediante incentivos fiscales, para romper esta barrera.

El ejecutivo también se refirió a la situación de Bankia y destacó el trabajo realizado para reflotar la entidad y recuperar su reputación. Una tarea que ha supuesto, por ejemplo, desterrar a los políticos de su consejo de administración y denunciar ante la Fiscalía más de 50 casos de presuntas irregularidades de los anteriores gestores, entre ellos los negocios de Bancaja con Enrique Ortiz o con el ilicitano Ramón Salvador, aunque Goirigolzarri no citó ningún caso concreto.

En el terreno comercial, recordó que la entidad acaba de aprobar el reparto de su primer dividendo y que el Estado ya ha recuperado una parte de las ayudas concedidas. En el caso de la Comunidad Valencia, resaltó que la concesión de créditos se ha duplicado en los cuatro primeros meses de este año.