Ribera Salud, la compañía creada por la CAM y por Bancaja para hacerse cargo de los hospitales públicos de gestión privada impulsados por la Generalitat, y que en la actualidad es propiedad del Sabadell y de la corporación norteamericana Centene, confirmó ayer que ha adquirido la participación que la aseguradora Asisa tenía en las concesionarias de los departamentos sanitarios de Elche y Torrevieja. Una operación que ya cuenta con el beneplácito de la Conselleria del ramo pero que sigue pendiente de la autorización de la Comisión Nacional de la Competencia, según informaron ayer desde la propia compañía.

Igualmente, la firma dirigida por Alberto de Rosa también se ha hecho con el 45% que SegurCaixa Adeslas tenía en la concesionaria del departamento de salud de La Ribera, donde se encuentra el hospital de Alzira, el primero que se construyó bajo esta modalidad durante el gobierno de Eduardo Zaplana.

Las fuentes consultadas aseguran que la salida de Asisa y Adeslas se venía negociando desde hace meses y que responde a la incorporación de los nuevos accionistas norteamericanos, que hace aproximadamente un año se quedaron con la participación de Bankia en Ribera Salud por unos 60 millones de euros (12 millones en efectivo y la asunción de una deuda de 48 millones). La entrada de Centene Corporation, una firma con larga experiencia en el sector sanitario en Estados Unidos, donde también es concesionaria de varios programas públicos del Gobierno norteamericano en diversos estados, hacía innecesaria la presencia de las aseguradoras españolas, a las que la CAM y Bancaja recurrieron en su día para suplir su falta de conocimiento del negocio.

Estas alianzas, sin embargo, dejaron de tener sentido desde el momento en que uno de los accionistas dispone de la experiencia y el «know how» necesarios y quiere impulsar, además, su propio modelo de gestión. De esta forma, no se descarta que se llegue a un acuerdo similar en el hospital de Dénia, con el inconveniente de que, en este caso, la participación actual de Ribera Salud es de sólo un 35%, frente al 65% que ostenta la aseguradora DKV.

Tras la operación anunciada ayer, la compañía pasa a tener el 100% de la concesionaria del segundo hospital público de Elche (donde tenía el 60%) y de Torrevieja (65%), además del 96% de Alzira, donde las constructoras Dragados y Lubasa mantienen un residual 4%.

En busca de nuevos negocios

Aunque desde la compañía niegan cualquier relación, lo cierto es que el traspaso se produce apenas unos días después de la victoria de la izquierda en las elecciones, lo que abre nuevas incógnitas sobre el futuro de la empresa ya que todas las formaciones con opciones de ostentar el poder han mostrado su rechazo a este modelo sanitario. A ello hay que sumar que Ribera Salud también recibió un duro golpe cuando se anuló el concurso para la privatización de varios hospitales madrileños, en la que había resultado adjudicataria de dos establecimientos, y que también se ha visto muy afectada por los impagos del Consell.

Por eso sus responsables llevan ya tiempo mirando al exterior en busca de nuevas vías de negocio y, como publicó este diario el pasado mes de enero, han puesto su objetivo en Perú, donde el Gobierno está impulsando un modelo sanitario de colaboración público-privada similar al valenciano. Centene también estaría muy interesado en esta opción.