La compañía agroalimentaria Bonnysa, con sede en Mutxamel y especializada en la producción de tomates, ha comunicado a los sindicatos su intención de poner en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que supondrá el despido del 5% de su plantilla actual, formada por cerca de 3.000 trabajadores en toda España. Esto significa que se marcharán a la calle unas 150 personas, además de un número indeterminado de empleados que la firma no ha concretado y que podría verse afectado por otras medidas, como suspensiones temporales o cambios de contrato.

La compañía ha justificado la decisión por la necesidad de adaptar la plantilla a los «nuevos ciclos productivos» que exige su «nuevo modelo de negocio», que ahora se enfoca a la exportación tras la decisión de la firma de romper su contrato de interproveedor de Mercadona a finales del año 2013. El desenganche de la cadena presidida por Juan Roig supuso el año pasado una caída de facturación del 18% para Bonnysa, según datos del Registro Mercantil, aunque la empresa mutxamelera ha logrado importantes contratos con otras cadenas tanto nacionales como extranjeras con las que espera remontar sus cifras este ejercicio.

Fuentes de UGT han señalado a este diario que intentarán que los despidos no afecten al área de producción y que la empresa ha mostrado buena voluntad para tratar de minimizar los efectos del ERE. Las negociaciones empezarán la próxima semana.

Además de Mutxamel, Bonnysa, nacida en 1956, tiene sedes en Murcia, Tenerife y Almería.