Los pensionistas de la Comunidad Valenciana echan cuentas de la revalorización de las prestaciones sociales recibidas durante estos últimos años y detectan una clara pérdida de poder adquisitivo. A la vuelta de casi un lustro, los receptores de pensiones no sólo han visto mermada su capacidad de compra, sino que han perdido un 3,65 % por la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC). Eso se traduce en 29,7 euros mensuales -es decir, 356,5 euros al año- menos que el nivel de la inflación, según constatan las últimas estadísticas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

El empeoramiento de la situación de los pensionistas arrancó en 2011, tras la decisión del Ejecutivo socialista de Rodríguez Zapatero de congelar las pensiones. Tras esto también han subido menos que los precios. Según los informes que manejan las centrales sindicales a partir de los datos de la Seguridad Social, entre el 20 % y el 25 % de los pensionistas valencianos percibe menos de 600 euros mensuales.