Las grandes empresas familiares también confirman la recuperación de la economía nacional. Así, por primera vez desde que se inició la crisis, los socios del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), la organización que reúne a las mayores firmas de este tipo del país, otorgan un aprobado a la situación económica (un 5,15 sobre 9), aunque todavía le ponen un suspenso rotundo a la política.

Así se desprende de la encuesta realizada entre los asistentes a la asamblea anual que el IEF celebró ayer en Madrid y cuyos resultados dio a conocer su presidente, Javier Moll, durante la clausura de la misma. Al respecto, las empresas se muestran bastante optimistas sobre su futuro. Hasta un 76% de los consultados cree que este año aumentará la facturación de su compañía y nada menos que un 45% prevé incrementar su plantilla frente a sólo un 21% que se planteaba lo mismo el año pasado. Si se suman los que, al menos, la mantendrán, el porcentaje se eleva hasta el 88%.

En la misma línea hasta el 81%, confía en una recuperación moderada de la economía y también que habrá creación de empleo, aunque sea limitada. Por el contrario, bajan del 30% al 9% los que creen que la reactivación de la economía será frágil y sin nuevos puestos de trabajo.

Esa visión positiva en materia económica aún no tiene correlación con la percepción política. Los encuestados la valoran con 2,9 puntos sobre un máximo de nueve, frente al 2,3 de la asamblea de 2014. El estudio interpela a las empresas sobre la gestión de las principales instituciones europeas (BCE, Comisión Europea, Parlamento Europeo) en el último año. En este caso el resultado está cercano al aprobado, aunque aún insuficiente, al arrojar 4,49 puntos sobre 9.

De cara a las próximas citas electorales, Javier Moll expresó el compromiso de «colaboración constructiva» de la empresa familiar con los gobiernos autonómicos y locales tras las elecciones del próximo 24 de mayo. «Deseamos que todos acierten en esta nueva etapa que se abre», manifestó.

En su opinión, la crisis económica ha contribuido a deteriorar la percepción que la sociedad tiene de la mayoría de las instituciones del país, incluidas las empresas, y la manera más adecuada de recuperar una valoración positiva «pasa ineludiblemente por un compromiso más fuerte con la creación de empleo, y por potenciar los valores que caracterizan a las empresas familiares». El presidente del Instituto se felicitó por la vuelta a la generación de nuevos empleos que reflejan las estadísticas, aunque aseguró que hay que mejorar la calidad y la estabilidad del mismo. Como prueba de este compromiso por parte de la empresa familiar, Moll recordó que sólo el centenar de empresas que componen el IEF dan empleo a 1.250.000 empresas. También recordó durante su intervención las figuras del expresidente de Banco Santander Emilio Botín y del Grupo Planeta, José Manuel Lara, socios del instituto fallecidos durante el pasado año.