Tras su arrollador éxito en la asamblea que lo reeligió por aclamación el pasado jueves presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro se siente fuerte para acometer uno de sus principales retos de los próximos meses: hacer valer el peso de la provincial en el rediseño de la autonómica Cierval, estancado en la actualidad. Ese día, arropado por el mayor número de asistentes a ese cónclave desde 2005, ya puso sobre la mesa dos cuestiones esenciales: la CEV quiere que el peso de sus empresas en el PIB autonómico -un 53%- se traslade a la asamblea de la Cierval, donde ahora tiene un 41%, de forma que pasaría a tener mayoría absoluta. A cambio y gracias al saneamiento que le ha permitido la política de asociar a empresas, no pedirá que aumente a igual porcentaje el dinero a repartir desde Cierval por los 2,5 millones anuales de fondos públicos que garantiza la nueva ley de participación institucional.
Tendrá que pelear duro para lograr el apoyo de las provinciales de Castellón (CEC) y Alicante (Coepa) y no solo en esa cuestión. Las fuentes empresariales consultadas aseguran que la CEV pretende que el rediseño sirva para resolver los males que detecta en Cierval, que afectan a la estructura y a las personas, y de cuyo resultado dependerá que Navarro, fortalecido por su asamblea, se decida a dar la batalla por la presidencia o bien apoye la reelección de José Vicente González. Y ahí es donde aparece otro de los posibles puntos de fricción con Coepa, ya que una de las condiciones para respaldar a González pasaría por relevar al alicantino Javier López Mora de la secretaría general.
En la CEV, con coincidencia mayoritaria en su comité ejecutivo, no se cuestionan las capacidades de González ni su visión estratégica, pero se le reprocha su dificultad para trabajar en equipo, es decir, que vaya por libre, y, sobre todo, el tiempo que le ha absorbido compaginar desde octubre de 2013 esos cargos con la presidencia de Feria Valencia, inmersa a su vez en una profunda reconversión.
La dispersión provocada por ese exceso de trabajo, añaden, no se ha visto compensada desde la secretaría general, con un Javier López Mora muy contestado en Valencia. Por eso, la patronal de Valencia pondría sobre la mesa ambas condiciones -que González dejara la Feria para centrarse en su labor en la patronal y el relevo de López Mora-para aceptar la continuidad del actual presidente de Cierval.
Resistencia en Alicante
Como es lógico, los movimientos de la patronal de Valencia para acaparar más poder en la organización autonómica no han sentado nada bien en Coepa aunque, de momento, han optado por no darse por aludidos «mientras no llegue una propuesta oficial con sus planteamientos». Y eso a pesar de que su presidente, Moisés Jiménez, estuvo en primera fila en la asamblea del pasado jueves en la que Salvador Navarro dejó claras sus intenciones de aumentar la cuota valenciana en Cierval. Lo que desconocían en Alicante era el interés de Navarro por deshacerse de López Mora, según las fuentes de la organización consultadas por este diario, y la noticia tampoco fue bien recibida.
Al respecto, desde Coepa recuerdan que la designación del alicantino forma parte de un acuerdo global que permitió aupar a la presidencia de Cierval a José Vicente González a cambio de que Alicante ocupara la secretaría general y que Castellón ocupara la presidencia de Cepymeval. «Si quieren romper ese equilibrio lo van a tener difícil y tampoco veo sencillo sustituir a López Mora por otro alicantino», apuntó uno de los consultados. Así, pues, parece que la batalla está servida.
