La recuperación del sector de la construcción empieza a ser una realizad más que palpable en la provincia. Si la semana pasada era la Encuesta de Población Activa la que indicaba que el ladrillo era el único segmento que había logrado crear empleo durante el primer trimestre del año, con cerca de 5.700 nuevos ocupados, ahora son los datos del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos los que confirman que estamos ante el mejor arranque de año para el negocio de la edificación desde 2009.

En concreto, según el citado organismo, durante los tres primeros meses del ejercicio se visaron proyectos para poner en marcha 985 nuevas viviendas en la zona, lo que supone un incremento de más del 47% sobre las cifras del año pasado y el volumen más elevado para este periodo de los últimos siete años. Así, si las cosas no se tuercen demasiado durante los próximos meses, el Colegio calcula que se cerrará el año con cerca de 3.700 nuevas edificaciones, un número que aún dista bastante de lo que debería ser normal en la provincia -según el director gerente de la citada institución, José Antonio Valiente, habría que aspirar a duplicar esa cifra- pero que deja atrás definitivamente lo mínimos de los años centrales de la crisis, cuando no se llegaron a construir ni un tercio de esa cantidad.

«El stock anterior al estallido de la burbuja inmobiliaria se está drenando a buen ritmo, se vende mucho y empiezan a aparecer nichos de mercado donde no hay viviendas disponibles. De ahí que los promotores se hayan animado a iniciar nuevos proyectos», asegura el vicedecano del Colegio Notarial de Valencia, el alicantino Delfín Martínez.

La mayor parte de la demanda se sigue concentrando en la costa y, en especial, en la Vega Baja, donde los compradores extranjeros tiran con fuerza del sector de la segunda residencia. Así, por ejemplo, el mercado británico creció más de un 41% el año pasado, tal y como ya informó este diario el pasado 20 de marzo, y la previsión es que la tendencia se mantenga.

No obstante, también se empieza a registrar una recuperación de la demanda de primera residencia, tanto de parejas jóvenes que han logrado ahorrar durante estos años, como de personas de cierta edad que quieren cambiar de casa -lo que se conoce como mercado de reposición-, que también tienen dificultades para encontrar pisos adecuados a sus demandas. «Hay mucha casa de 40.00o o 50.000 euros pero apenas hay viviendas nuevas o están retenidas porque sus propietarios no están dispuestos a rebajar el precio por debajo del importe que tienen pendiente de la hipoteca», una situación muy habitual, por ejemplo, en la zona de los PAU de Alicante, según explica Martínez.

Lo confirman también los propios empresarios. «Apenas hay pisos de nueva construcción disponibles y todo lo que se hace se vende antes de que esté acabado», sostiene el secretario general de la Asociación Provincial de Promotores, Jesualdo Ros. Así, Ros se muestra convencido de que en los próximos meses seguirá consolidándose este incremento de la actividad, sobre todo a medida que las entidades financieras vayan abriendo el grifo del crédito al sector, como ya han empezado a hacer algunos bancos, aunque con cuentagotas.

En la costa

En cuanto a la distribución de las nuevas promociones que se ponen en marcha, la mayoría todavía se concentra en la Vega Baja, donde la recuperación de la demanda ha sido más rápida gracias a los precios asequibles que tienen los inmuebles en esta comarca. Así, de las 985 viviendas iniciadas iniciadas en la provincia entre enero y marzo, hasta 266 se ubican en el término municipal de Torrevieja, otras 140 están en Orihuela, 74 en Pilar de la Horadada y 70 en Rojales.

Fuera de esta zona, destacan las 96 nuevas viviendas puestas en marcha en Elche, la mayoría en Arenales del Sol; las 91 de Alicante, o las 76 de El Campello. Por el contrario, en la zona norte de la provincia tan sólo Dénia, con 33 nuevas casas, presenta una cifra significativa.