La patronal Coepa adeuda en torno a los 3 millones de euros por el préstamo que en su día recibió del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) para la construcción del que ha sido uno de sus proyectos más ambiciosos: el Centro de Formación en Prevención de Riesgos Laborales y Oficios, situado en el polígono de Babel, en Alicante. En concreto, la organización empresarial tiene pendiente de abonar en concepto de capital 2.775.000 euros, a los que se sumarían 232.114 euros por los intereses devengados en este tiempo, tomando como base la última liquidación practicada el pasado 15 de septiembre. Así se desprende de la respuesta que da el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, a la diputada autonómica de Compromís Mireia Mollà. Con ello, y, a efectos prácticos, la patronal se encuentra en el mismo punto que cuando recibió el préstamo, que en su momento ascendió, según el propio Moragues, a 3 millones de euros.
A partir de ahí, el titular del departamento autonómico de Hacienda reconoce, eso sí, sin dar muchas más pistas, que «se está estudiando la estrategia que se debe seguir para la recuperación de los importes adeudados». Nada, absolutamente nada, se dice de las posibilidades que se habían puesto en los últimos tiempos sobre la mesa para rescatar a una organización como Coepa que, llegado el caso, se podría ver en una situación extremadamente complicada si se ejecutaran los créditos. Ni una referencia hay en la respuesta parlamentaria a la propuesta por la que la Generalitat perdonaría la deuda a la patronal que preside Moisés Jiménez a cambio de quedarse con el centro de oficios para destinarlo a unas ambiciosas instalaciones formativas gestionadas por el Servef. Nada, ni una mención, pese a que ya en julio del año pasado desde el Consell prácticamente daban por hecha esta operación, a expensas únicamente de cerrar algún fleco.
No sólo eso. En la respuesta dirigida a Mireia Mollà, el conseller Moragues, además, niega de forma rotunda que se pueda llegar a plantear una condonación de la deuda a Coepa. De ningún tipo. Ahora bien, a la dación en pago tampoco hay mención alguna.
Por otro lado, y amparándose en la información que le ha facilitado la Conselleria de Economía, la de Máximo Buch, el propio Moragues también despeja uno de los principales temores que ha acechado a Coepa en los últimos tiempos: la posible reintegración de subvenciones por no haber cumplido los fines formativos en unas instalaciones que han permanecido cerradas durante dos años. El titular autonómico de Hacienda admite que ha habido ayudas a la construcción y el equipamiento del centro. Sin embargo, viene a decir que «el cumplimiento de las obligaciones y las condiciones que asume la entidad beneficiaria -en este caso, la patronal- se encuentra en la actualidad dentro del plazo establecido en los instrumentos de concesión para la justificación de su finalidad, por lo que, en materia de subvenciones, no es procedente instruir ningún proceso de reintegro». Ahí lo deja, y despeja cualquier duda en aquellos que siempre habían mantenido que, por tiempo, Coepa debería acabar devolviendo las subvenciones por el cierre del edificio.
Ahora habrá que ver qué pasa, sobre todo si la legislatura acaba, y los de Moragues no acaban de materializar esa estrategia que tanto tiempo llevan estudiando para recuperar las deudas. De momento, aún tienen dos meses.
