Con una tasa de paro diez puntos superior a la media y muchos más problemas a la hora de encontrar un trabajo estable por cuenta ajena, los extranjeros se han convertido en uno de los principales motores que está impulsando el autoempleo y la creación de nuevos negocios en la provinciaautoempleo . Tanto es así que durante el año pasado prácticamente uno de cada tres nuevos autónomos dados de alta en Alicante procedía de otros países, de acuerdo con los datos facilitados a este diario por la asociación ATA, una de las más representativas del colectivo.
En concreto, del incremento de 5.104 trabajadores por cuenta propia que contabilizó la Seguridad Social en la provincia durante el pasado ejercicio, hasta 1.525 eran extranjeros, lo que eleva el total de autónomos de otras nacionalidades de la zona hasta los 16.593. Una cifra que tan sólo superan en Madrid, con 40.682 profesionales foráneos, y Barcelona, con 39.716. De esta forma, con este aumento, los foráneos suponen ya el 14% de todos los autónomos alicantinos.
«Para los extranjeros el autoempleo se ha convertido en una opción bastante viable para incorporarse al mercado laboral ante las mayores dificultades que tienen para encontrar trabajo por otra vías», explica el responsable del área de Inmigración de ATA, Guillermo Guerrero. No en vano, según la última Encuesta de Población Activa, hasta el 34,8% de los residentes de otros países de la provincia se encuentra en paro frente al 23,3% de los españoles. Además, la tasa de temporalidad de aquellos que tienen la suerte de encontrar un empleo asalariado también es más del doble que la media, hasta el punto de que menos de la mitad de los ocupados extranjeros cuenta con un trabajo estable. Motivos más que suficientes para justificar su «mayor vocación emprendedora», explica Guerrero.
El aporte de los comunitarios
En el caso de Alicante, además, a los foráneos que deciden poner en marcha su propio negocio por necesidad se suman los residentes de otros países comunitarios que deciden crear empresas para atender a sus conciudadanos, por lo que el fenómeno es especialmente intenso, según afirman desde ATA. De hecho, la provincia es una de las pocas demarcaciones donde la cifra de autónomos extranjeros procedentes del resto de la UE superan a los extracomunitarios.
En cuanto al tipo de negocio en el que se suelen embarcar, por lo general, se trata de iniciativas «que no requieren una gran inversión» y rara vez recurren a las entidades financieras para conseguir la financiación necesaria, según Guillermo Guerrero. Así, por sectores, el mayor incremento en el número de trabajadores foráneos por cuenta propia se registró en el comercio, con 423 más, al igual que también ocurre con los emprendedores autóctonos por la facilidad a la hora de abrir los establecimientos, si los productos que se quieren vender no son peligrosos. En segundo lugar se sitúa la hostelería -el socorrido recurso de montar un bar-, con 246 cotizantes más que en 2013 y, tras él, la construcción, con 193 autónomos extranjeros más. Los inmigrantes también están aprovechando en mayor medida la recuperación del sector inmobiliario y la venta de viviendas ocupa ahora a 162 autónomos extranjeros más.
En cuanto al éxito de estos nuevos negocios, Guerrero señala que los extranjeros suelen «aguantar más cuando las cosas no acaban de funcionar porque, para ellos, suele ser su único medio de vida. Intentan seguir tirando, aunque saquen muy poco rendimiento». En este aspecto, los chinos son los más exitosos y rara vez acaban cerrando alguno de los establecimientos que montan, si no es para abrir otro.
