Coepa no gana para disgustos. Si a estas alturas no tenía bastante, ahora se abre un nuevo frente en los juzgados. En esta ocasión, ha sido la patronal del metal Fempa la que ha acudido a los tribunales para poder tener acceso a información detallada de todas las subvenciones recibidas por la organización empresarial desde el origen de los tiempos y a sus justificaciones contablessubvenciones , así como a los balances económicos. La solicitud llega tras varios requerimientos, por escrito e incluso notariales. No hubo respuesta, recurrieron a los tribunales y ahora el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Alicante acaba de dictar un auto en el que da la razón al metal, y ordena a la confederación de Moisés Jiménez que exhiba toda la documentación solicitada. Para ello, cita a las dos partes para el 3 de marzo, ni más ni menos que cinco días después de las elecciones convocadas en Coepa.
Todo empezó por el mes de junio. Por aquel entonces se estaba fraguando la venta del edificio Ruperto Chapí, y la asamblea a la que se llevaban las cuentas anuales estaba a las puertas. Fue en ese contexto en el que Fempa, en un encuentro previo, como quien no quiere cosa y casi de casualidad, preguntó si había alguna subvención pública asociada al inmueble. Tiraron la caña, y acabaron pescando, porque aquella pregunta puso en evidencia la existencia de una ayuda de 1995 del Impiva por 150 millones de las antiguas pesetas de las que no había ningún rastro contable. Primero no se le dio mucha importancia, pero, al final, la aparición de la dichosa subvención «fantasma» hizo que se aplazara la asamblea prevista para finales de junio. Había que reformular las cuentas, como exigió Fempa, y la reunión se tuvo que posponer hasta septiembre.
Sin embargo, la trascendencia de esas ayudas ha ido más allá, hasta el extremo que son muchas las dudas que han empezado a generarse en torno a las subvenciones recibidas, especialmente entre los sectores críticos, encabezados por Fempa y Cepyme. Tanto es así que, desde el sector metal, desde antes de que se aprobaran las cuentas el pasado 30 de septiembre, y también después, han venido pidiendo de forma reiterada a la cúpula de Coepa información para conocer si realmente los documentos que pasaron por esa asamblea permiten obtener, o no, la imagen fiel de la situación financiera y económica de la entidad, tal y como marca la ley.
De por medio, hubo correos electrónicos y comunicaciones solicitando reuniones para tener acceso a la información que demandan y hasta dos requerimientos notariales. El objetivo no es otro que acceder a los datos por escrito de la totalidad de las subvenciones recibidas, todo ello convenientemente detallado, con fechas, importes, activos a los que se encuentran asociadas y justificaciones contables. No hubo ningún movimiento, y fue así como dieron un paso al frente y acudieron al juzgado para pedir la práctica de diligencias preliminares, como paso previo a una eventual demanda de impugnación de las cuentas de 2013.
Sea como sea, lo cierto es que el auto llega en un momento en el que las subvenciones públicas están, y mucho, en el ojo del huracán, hasta el extremo de que el propio Tribunal de Cuentas sacó a la luz recientemente un largo de listado de irregularidades en la gestión de ayudas públicas, en este caso de las destinadas a la formaciónirregularidades en la gestión de ayudas públicas, por parte de los sindicatos, pero también de las patronales.
Ya no es sólo eso. Llueve sobre mojado. Y es que ésta no es la primera vez que Fempa tiene que pedir auxilio judicial para acceder a la información contable para verificar si se ajusta a o no a la ley. La primera vez fue en 2008, cuando se inició un procedimiento de diligencias preliminares, en la que el juez decretó la exhibición de las cuentas, como ahora. Con ello, el metal acabó interponiendo dos demandas de impugnación, por las cuentas de 2006 y 2009. El juzgado dio la razón a Fempa, y en el primer caso Coepa recurrió ante la Audiencia Provincial. Ni por esas. Confirmó en su integridad la sentencia del Juzgado de Primera Instancia. Las cuentas no reflejaban la situación real de Coepa, según los fallos judiciales.
En cualquier caso, Coepa puede presentar ante este último auto un escrito para oponerse a la exhibición de los documentos, si cree que tiene motivos para ello, y el juez así lo estima. Por eso, habrá que esperar, aunque poco. De momento, el mandato del auto es bien claro.
