Mientras algunos empiezan a tener la suerte de encontrar un empleo, otros, los que siguen en el paro, tienen cada vez más dificultades para acceder a las ayudas públicas. Así, según los datos difundidos ayer por el Ministerio de Empleo, al finalizar el mes de noviembre tan sólo el 46,7% de los desocupados de la provincia recibía alguna prestación -dos puntos menos que un año antes- mientras la mayoría tenía que subsistir por sus propios medios. En términos absolutos, esto significa que sólo 96.035 de los más de 200.000 desocupados tiene ayudas, 13.153 menos que en la misma fecha del año pasado.

Aunque el descenso del nivel de cobertura de los parados es algo generalizado en todo el país debido a las últimas reformas del sistema y a la persistencia de un grupo importante de desempleados de larga duración que ya han agotado todas las prestaciones, en el caso de Alicante es especialmente bajo y se sitúa hasta 11 puntos por debajo de la media. Una circunstancia que desde los sindicatos vinculan al tipo de empleo de muy corta duración que se crea en la provincia y que no permite que los trabajadores coticen el tiempo suficiente para generar nuevas prestaciones. Tanto UGT como CC OO confían en que la nueva ayuda de 426 euros para desempleados de larga duración atenúe el problema.