La recuperación es un hecho, o, al menos, eso es lo que se han empeñado en demostrar datos macroeconómicos, estadísticas o informes de todo tipo. Incluso el Gobierno ha vendido por activa y por pasiva sus logros económicos, hasta el punto de que el presidente Rajoy llegó a afirmar hace sólo unos días que «la crisis ya es historia», aunque si bien es cierto que poco después matizaba sus palabras y venía a admitir que esa recuperación «no ha llegado a todos por igual». Ahora el Instituto Nacional de Estadística (INE) vuelve a cuestionar, y mucho, ese mensaje tan triunfalista que se trata de vender desde no pocos foros, especialmente institucionales. Y es que la encuesta de coste laboral correspondiente al tercer trimestre de año revela que los ajustes siguen, y son especialmente duros en la Comunidad Valenciana, donde la brecha salarial se ha disparado, y se sitúa 300 euros por debajo de la media de España, arrastrada por el sector servicios, muy penalizado por los sueldos bajos y la precariedad.
El informe no puede ser más elocuente. De hecho, pone de manifiesto que, mientras que lo que paga cada empresa por su trabajador en España bajó un 0,4% entre julio y septiembre respecto al mismo periodo del año anterior, en la Comunidad lo hizo en un 3,3%, convirtiéndose así en la autonomía que registra un mayor descenso. En cifras absolutas, la realidad no es menos reveladora: lo que gasta una compañía en un empleado, incluyendo tanto salarios, como cotizaciones, indemnizaciones o prestaciones sociales, se situó de media en España en 2.450,10 euros, mientras que en la Comunidad Valenciana se quedó 2.148,89 euros, ni más ni menos que 301,21 euros menos.
Lógicamente, tampoco es mucho más optimista el balance del coste salarial por trabajador y mes, contabilizando el sueldo base, complementos, horas y pagas extra o atrasos, todo ello medido en términos brutos. Así las cosas, en España se rebajó en un 0,1% y alcanzó los 1.800,46 euros de media este verano, mientras que en la Comunidad no pasó de los 1.568,20 euros, con una rebaja del 2,2% respecto al mismo periodo de un año antes. En cualquier caso, las tres provincias valencianas salen aún peor paradas en la comparativa directa con otras regiones, hasta el extremo que un trabajador de aquí cobra hasta 644,84 euros menos que otro del País Vasco, donde están los mejor pagados. Sólo extremeños y canarios tienen de media unas remuneraciones más bajas que los valencianos.
Ahora bien, sí es cierto que sólo los trabajadores de los servicios se han visto castigados por los recortes, precisamente en una zona en la que es este sector el que tira de la economía. Tanto es así que los salarios de los trabajadores de servicios se situaron en 1.508,79 euros, convirtiéndose en los más bajos por sectores, lo que, una vez más, evidencia que son los peores pagados y los más precarios. El bocado, en plena temporada alta, fue nada más y nada menos que de 53,83 euros, un 3,4% menos que el verano pasado. Por contra, la construcción pone de manifiesto la leve recuperación que ya habían venido defendiendo los promotores, con un coste salarial que se cifó de media en 1.627,11 euros en el tercer trimestre de este año, lo que se traduce en un 1,8% más. También la industria presenta síntomas de mejoría, y no sólo logra mantener los sueldos medios más altos de estos tres segmentos, con 1.792,59 euros, sino que experimenta una subida del 1,3%.
Por actividades, la estadística del INE no recoge datos autonómicos, pero sí nacionales, y revela que los costes laborales más altos por trabajador y mes se sitúan en suministro de energía, con 5.293,80 euros; actividades financieras, con 4.510,90 euros; e industrias extractivas, con 3.663,37 euros. Los más bajos se dan en hostelería, con 1.563 euros.
