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José Miguel Maté. Consejero delegado de Tressis SV

«Los ahorradores tienen que acostumbrarse a rentabilidades más bajas si no quieren riesgo»

Tras desarrollar buena parte de su carrera en Banif, José Miguel Maté (Madrid, 1965) decidió arriesgarse y formó parte del equipo fundador de Tressis en el año 2000

«Los ahorradores tienen que acostumbrarse a rentabilidades más bajas si no quieren riesgo» PILAR CORTÉS

¿Con la caída de rentabilidad de los depósitos están notando un trasvase significativo de fondos hacia la Bolsa u otro tipo de inversiones, o los ahorradores siguen siendo demasiado conservadores?

Bueno, lo primero que hay que preguntarse es si los ahorradores españoles son conservadores o son los bancos los que han hecho que sean así. Yo creo que hay mucho de esto último. Las entidades financieras, que son al mismo tiempo las principales emisoras y los mayores distribuidores de productos de inversión, lo que genera un conflicto de interés muy claro, han guiado a los ahorradores según su conveniencia. Por ejemplo, cuando al principio de la crisis necesitaban liquidez y reforzar su capital provocaron un trasvase de ahorro desde los fondos de inversión a los depósitos a plazo fijo o las preferentes. Ahora que ya no la necesitan, potencian los fondos para ganar comisiones. Pero, en cualquier caso, cambia el instrumento pero el perfil de riesgo que se asume sigue siendo muy bajo.

Es decir, que no se ha producido ese trasvase todavía.

Nosotros entendemos que se va a ir produciendo poco a poco un trasvase hacia productos de más riesgo. A medida que la rentabilidad de la renta pública y privada se vaya aproximando a cero, irá aumentando el dinero que acabe en la Bolsa.

Para una persona que tiene ese perfil, que siempre ha tenido el dinero en depósitos y que ahora quiere cambiar, ¿qué le aconsejaría?

En estos casos, lo primero que hay que decirle muy claro a ese inversor es que las rentabilidades que obtenía antes, si no asume más riesgos, ya no se pueden alcanzar aunque también es cierto que hay que tener en cuenta la inflación. Con el nivel actual, una rentabilidad del 2,5% es como un 4,5% cuando los precios subían un 2% y hay que acostumbrarse a rentabilidades más bajas si no se quiere riesgo. En cuanto a lo que aconsejamos a este perfil, nosotros proponemos invertir una parte en renta pública -el bono español a 10 años da un 2%-, otra en renta privada de empresas de calidad, que ahora están emitiendo bonos muy atractivos y, para completar y ganar un poquito más, deberían invertir entre un 10% y un 20% en bolsa española, europea y americana, esta última en dólares.

¿Y para alguien más experimentado y con mayor disposición a asumir riesgo, hacia donde debería dirigirse en estos momentos?

Ahí lo que hacemos es incrementar la parte de renta variable. Mantenemos un 50% de la cartera en renta fija pública y variable, y el resto en renta variable.

Ahora mismo, uno de los problemas es la volatilidad, los mercados no acaban de decidirse. ¿Se mantendrá esta situación durante mucho tiempo?

La volatilidad va a ir en aumento. Existe muchísimo dinero en el sistema, mucho dinero conservador, que ahora no tiene rentabilidad y que tiene que asumir más riesgo. Son inversores que no están acostumbrados y en cuanto haya una noticia negativa se van a asustar y van a vender. Por tanto, es lógico pensar que vamos a tener más volatilidad. También hay factores exógenos que están influyendo en el mercado, como el tema de Rusia, el tema del estado islámico o el petróleo, que ha caído un 40% desde el verano. Eso mete mucha volatilidad en el sistema.

¿Es negativo que caiga el precio del petróleo?

No, yo creo que es bueno porque deja a los conductores dinero en el bolsillo. Si antes gastaban 60 euros para llenar el depósito ahora están gastando 52, con lo que cada vez que repostan están ahorrando y eso es dinero disponible que debería ir al consumo. Es mayor renta disponible. La parte negativa es que hay algunos países productores a los que esta caída les está ahogando, como Rusia, y eso si puede desestabilizar.

¿Cómo pueden influir factores internos españoles, como el auge independentista en Cataluña o el avance de Podemos?

En los mercados todos estos factores políticos tienen siempre un impacto concreto y puntual en los momentos de máxima tensión. Pongo el ejemplo del referéndum en Escocia. Cuando se acercaba el momento y las encuestas apuntaban que podía ganar el sí a la independencia, aumentó la volatilidad. Pero cuando se celebra y pasa el tiempo, desaparece la tensión y el mercado lo asume. En el caso español, ninguno de los temas que ha mencionado está teniendo impacto en los mercados. La prima de riesgo está, por primera vez en seis años, por debajo de como empezó la crisis.

¿A qué se debe? ¿Los mercados no creen que pueda declararse independiente Cataluña o que pueda ganar Podemos, o existen otras causas?

Bueno, hoy por hoy nadie piensa que la independencia de Cataluña pueda ser una realidad. Si en algún momento se inicia una negociación, lógicamente, el mercado reaccionaría pero no es el escenario actual y los mercados lo ignoran. Y, en el caso de Podemos, estamos muy lejos de las elecciones y el programa que ha presentado nadie piensa que es creíble, es un tema académico, y estamos muy lejos de que eso pueda tener ninguna significación o algún impacto

¿España ha salido definitivamente del foco, o todavía puede verse cuestionada?

Creo que es importante no rebajar la tensión pero yo diría que España ya ha salido de la crisis. Es decir, si entendemos que salir de la crisis es crecer siete trimestres consecutivos, está claro que el nivel de 2008 no lo hemos recuperado. Pero lo importante es que estamos corrigiendo nuestros desequilibrios, entre ellos el principal, que es el déficit. También hemos reducido el déficit exterior y empieza a bajar el paro. Y todo esto son datos objetivos. Además, el consumo privado está creciendo.

Creo que es un ámbito que no tocan mucho pero, ¿ha llegado el momento de volver a invertir en el sector inmobiliario? ¿Es una buena opción?

Empieza a haber una cierta recuperación pero muy selectiva. Mire, en la situación actual, en la que no hay inflación, no van a crecer los precios de los inmuebles y, por tanto, como inversión puede no ser muy rentable. Lo que sí que hay son oportunidades, no me gusta el término ganga, pero si tienes paciencia y seleccionas puedes encontrar precios muy rebajados y eso puede ser una oportunidad. Algunos clientes sí que lo empiezan a demandar.

Una de las tendencias de este año es el incremento de las controvertidas Sicav, ¿se debe al dinero aflorado con la amnistía fiscal?

No deja de ser cierto. A España se ha repatriado mucho dinero que estaba fuera del país y eso es un factor positivo, en el sentido de que es dinero que antes ni olíamos, que no generaba recaudación ni estaba controlado.

Bueno, pero si se marcha a las Sicav, seguimos sin recaudar dinero. Hasta que se venden sólo pagan un 1% por los beneficios.

Estás tributando al 1% pero estás invirtiendo en activos y hay una cosa que tenemos que tener claro. España tiene un sector de gestión del patrimonio muy importante, alrededor de esa industria trabaja muchísima gente, bastantes miles de personas que a través de bancos, gestoras de carteras, etc están relacionados con el sector. Si ese dinero viene a España -porque una vez regularizados se podía quedar en Luxemburgo o donde estuviera- está generando actividad y eso es positivo.

¿Cree que la banca ha aprendido de los errores que cometió con la venta de preferentes y otros productos tóxicos?

Por un lado, es cierto que los reguladores están aplicando muchas iniciativas para que no vuelva a suceder. Se ha cambiado la calificación de los productos para saber a quién se le puede ofrecer y a quién no y ahora es mucho más exhaustiva. Ha aumentado mucho la presión y hay muchos más controles sobre algunos productos pero hay otros que no han entrado dentro de ese circuito y que no son nada claro.

¿Cuáles?

Por ejemplo, si ha seguido la comercialización de los fondos verá que la calificación de «fondo garantizado» prácticamente ha desaparecido. Ahora lo que se ofrece son «fondos de rentabilidad objetivo». Eso es una zona gris porque muchos ahorradores creen que esa rentabilidad objetiva está garantizada o que incluso el capital está garantizado. Evidentemente no es lo mismo que los preferentes, pero ante cualquier «shock» que produjera un cambio de tendencia en la evolución de la renta fija podría provocar que dentro de uno o dos años en lugar de recibir el 100% del capital recibas el 95%.

¿Qué volumen de fondos gestionan en su delegación de Alicante?

Alicante es una de las primeras oficinas que abrimos en Tressis, estamos hablando del año 2003, y ahora mismo hay nueve personas trabajando con una experiencia media de 17 años. El saldo se acerca ya a los 200 millones de euros. Es la segunda por volumen después de Madrid. Eso da idea de la apuesta que hacemos por Alicante. Nuestras expectativas son de seguir creciendo.

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