Más perjudicados que quieren sumarse a la pieza que investiga la Audiencia Nacional por la venta y comercialización de las cuotas participativas de la CAM. Si hace unas semanas se conocía que más de medio millar de antiguos trabajadores de la entidad se había personado en la causa para reclamar el dinero que perdieron al comprar títulos de la caja de su propio bolsillo -y por haberles engañado para que los colocaran como si fueran depósitos a plazo fijo- ahora otro grupo de empleados se ha unido para hacer lo mismo pero por las pérdidas que sufrieron sus planes de pensiones.
Y es que la gestora que controla el fondo de los trabajadores de la CAM decidió invertir en su día casi dos millones de euros en los polémicos valores, en un claro gesto de apoyo a la dirección de la caja cuando se lanzaron al mercado, en el verano de 2008. Un dinero que se evaporó por completo, con la consiguiente pérdida de valor de los planes de pensiones de los empleados, cuando la pasada primavera la nueva fundación en que se ha transformado la caja cumplió su mandato legal y amortizó a cero euros los títulos.cero euros
Ante esta situación, un grupo de damnificados ha decidido constituir una organización de consumidores y usuarios que han denominado «José María Mena», el nombre de su principal impulsor, y ya está preparando su solicitud de personación en la causa. Al respecto, los damnificados señalan que debería ser la propia gestora la que tomara la iniciativa, algo muy difícil si se tiene en cuenta que los administradores pertenecen en estos momentos al Sabadell, que ha sido designado por el juez Javier Gómez Bermúdez como posible responsable civil subsidiario en el caso, junto con la Fundación CAM. Los afectados confían en que su petición sea aceptada, como ya lo fue la que presentó EperCAM, la Empleados Perjudicados de la CAM.
De esta forma, curiosamente, ahora son los antiguos trabajadores de Caja Mediterráneo los que están tomando la iniciativa para exigir compensaciones por las cuotas participativas, alegando que fueron engañados por sus superiores. También es cierto que el Sabadell decidió excluir a este colectivo de las acciones comerciales que realizó para tratar de compensar a los clientes que se vieron afectados por la desaparición de estos títulos y evitar que se marcharan a otra entidad.
La que investiga lo ocurrido con las cuotas es una de las cinco piezas separadas que la Audiencia Nacional instruye por la quiebra de la antigua caja alicantina. Aunque el fiscal era partidario de archivar la causa y que los damnificados recurrieran a la vía civil para recuperar su dinero, el juez Gómez Bermúdez decidió continuar con las investigaciones al detectar que pudo haber delito. La personación de los exempleados puede dar nuevas alas a la causa.
