El Gobierno ha creado un fondo de resolución nacional bancaria con una dotación de entre 5.500 y 6.000 millones de euros, que será financiado por las aportaciones de la banca, con el fin de que el rescate futuro de entidades con dinero público sea «excepcional». Así lo anunció el ministro de Economía, Luis de Guindos, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, en el que se aprobó el anteproyecto de ley de resolución bancaria, que básicamente transpone una directiva europea. El ministro concretó que este fondo será administrado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y sus recursos alcanzarán al menos el 1% de los depósitos garantizados del sector. Las dotaciones al fondo, que se integrará de forma progresiva hasta 2016 en el Fondo Único Europeo, se nutrirán de las cuotas abonadas por la banca al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), del dos por mil de los depósitos. Hasta que este fondo nacional se integre en el europeo, las aportaciones de las entidades se repartirán entre ambos. El titular de Economía incidió en que en el futuro rescate de las entidades entrará «antes» dinero privado que público. Al respecto, garantizó que en última instancia se afectará a los depositantes, quedando excluidos los depósitos cubiertos por el FGD, de hasta 100.000 euros.

Por otra parte, De Guindos se descartó para presidir el nuevo fondo único de rescate europeo, un cargo para el que sonaba su nombre en las últimas semanas. ep