El magnate mexicano Carlos Slim se convirtió ayer en el mayor accionista de la constructora española FCC tras alcanzar un acuerdo con Esther Koplowitz, por el que el empresario tomará una participación del 25,63% de la compañía tras una inversión de unos 650 millones de euros. La empresaria, por su parte, diluirá hasta el 22,43% la actual participación del 50,1% que ostenta en FCC, la compañía que fundó su padre y que preside y seguirá presidiendo su hija Esther Alcocer Koplowitz.

No obstante, los nuevos socios han convenido una estructura de gestión «paritaria» para FCC, por la que tanto Koplowitz como Slim contarán con cuatro consejeros cada uno del total de doce que tendrá el nuevo consejo de administración de la empresa. Asimismo, cambiarán los estatutos sociales del grupo con el fin de que sea necesario el voto favorable de al menos el 50% del capital, esto es, de los dos socios, para adoptar determinadas decisiones, como son el traslado de la sede social al extranjero o una ampliación de capital sin derecho de suscripción preferente. La entrada de Slim en FCC se materializará a través de la ampliación de capital de 1.000 millones.