La mejora del consumo interno continúa impulsando el Producto Interior Bruto (PIB), que creció un 0,5% trimestral entre julio y septiembre -al igual que en los tres meses anteriores- y un 1,6% en comparación con un año antes. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer el dato detallado de contabilidad nacional correspondiente al comportamiento de la economía en el tercer trimestre del año, y revisó una décima a la baja la estimación del crecimiento entre abril y junio (se había calculado el 0,6%, pero es el 0,5%).

En términos interanuales, el PIB se acelera tres décimas hasta el 1,6%, lo que supone la tasa anual más elevada desde el segundo trimestre de 2008, además de ampliar el diferencial con la zona euro. La previsión del Gobierno, que ante los datos de ayer considera que la economía española «mantiene su velocidad de crucero», es acabar el año con una subida del 1,3%.

La aceleración del crecimiento en tasa anual se explica por la mayor aportación de la demanda nacional (2,5 puntos porcentuales, tres décimas más que en el segundo trimestre), mientras se mantuvo la de la demanda externa (-0,9 puntos). En tasa trimestral, tanto el consumo como la inversión siguen creciendo, pero se moderan ligeramente respecto a los tres meses precedentes.

Así, el gasto en consumo final de los hogares ha subido un 0,8% (una décima menos) y la inversión un 1% (siete décimas por debajo). El menor incremento de la inversión se ha producido sobre todo en bienes de equipo (1,7%, frente al 3,8% del anterior trimestre), y en menor medida en construcción (0,6%, dos décimas por debajo). Sin embargo se eleva el gasto en consumo final de las administraciones públicas (0,1%, dos décimas más).

En cuanto a las exportaciones e importaciones, crecen en ambos casos un 3,5 % las primeras frente al 1,3 % del trimestre anterior, y un 4,7 % las segundas, respecto a 2,6 % entre junio y septiembre.

En cuanto al empleo, su ritmo interanual, en términos de creación de puestos de trabajo equivalente a tiempo completo, se incrementó en el tercer trimestre del año en 0,6 puntos, hasta el 1,4%, con la creación de 221.000 empleos. Como consecuencia de la evolución del PIB y del empleo, la productividad por ocupado se desaceleró dos décimas en tasa interanual, hasta el 0,3%. Por su parte, la remuneración por asalariado se contrajo un 0,1%, tras el incremento del 0,4% del segundo trimestre.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, destacó que estos datos avalan la previsión del Gobierno de crecer un 1,3% en el conjunto del año y aseguró, además, que será un crecimiento sostenido.