¿Quedan motivos para mantener esperanza en el futuro? Lo digo porque el presente parece cincelado a base de corrupción, decepciones, inestabilidad..
Claro que hay esperanza de futuro, aunque la verdad es que el tema de la corrupción nos está sobrepasando a todos y el hartazgo social es ya muy muy importante. No se si se tratará de coincidencias, pero en estos momentos el cuarenta por ciento de los ayuntamientos de España tiene gente imputada por algún asunto, y esto es muy fuerte.
¿En qué medida están influyendo todas estas noticias en el ánimo de los empresarios?
Buenas no son y te van desmoralizando un poco, lo que pasa es que luego te centras en tu trabajo y en tu empresa y sigues adelante, pero la verdad es que no son agradables en absoluto.
Se comenta que hay algunos emprearios con cierta edad, que dicen «hasta aquí hemos llegado; yo ya estoy establecido y no tengo ganas de seguir peleando en una situación como ésta».
En el círculo en el que yo me muevo desde luego que no, todos quieren crear más empresa y más puestos de trabajo y hacer un bien social tanto para la Comunidad Valenciana como para España, pero reconozco que habrá gente que dirá hasta aquí he llegado, lo vendo y a vivir tranquilo, y que me dejen en paz. El shock es tan fuerte que se plantean: «no sé si vale la pena seguir o no».
¿Considera necesario que haya penas de cárcel para ejemplarizar y que no vuelva a ocurrir lo que está sucediendo con la administración del dinero público o hemos de aceptarlo como algo inevitable? Lo digo porque las llamadas tarjetas opacas de Caja Madrid han demostrado que muy pocos, independientemente de la adscripción política, sindical o social, han decidido no aprovecharse de ellas...
Yo siempre he dicho que el que la hace la tiene que pagar. Lo siento mucho y supongo que habrá alguna injusticia, seguro, pero el ochenta o el noventa por ciento de estas personas se merecen que la sociedad los aparte y la unica manera que tiene esta sociedad de defenderse es recluirlos en un recinto llamado cárcel.
Cambiando de tema, usted ha dicho en alguna ocasión que de esta crisis no saldremos hasta 2015, ¿continúa manteniendo la misma fecha o vistas las circunstancias puede retrasarse aún más?
Continúo manteniendo las mismas fechas. Lo del año 2015 lo dije en 2008, cuando empezó la crisis, no es algo que se me ocurriera ayer. Y mantengo la fecha porque ya se está moviendo todo, lo que sucede es que va muy poco a poco. Este último trimestre, pese a decirse que Francia estaba tan mal, ha crecido un 0,3%; Alemania también ha crecido poco, pero ha subido un 0,2% y España un 0,5%. Esto quiere decir que ya no se va para atrás, hemos empezado a avanzar.
¿En qué sectores se debería apoyar la Comunidad Valenciana para dar un paso adelante?
La Comunidad Valenciana tiene dos sectores claves. Uno es el turístico, que hay que cuidarlo y fomentarlo, porque es muy importante todo lo que gira a su alrededor. Y luego hay otro fundamental, que es el agroalimentario. Este último por dos motivos: porque la agricultura es una tradición en la Comunidad y porque tenemos a tres de las grandes cadenas de distribución, como Mercadona, Consum y Masymás, que como buenos valencianos les gusta que los productos puedan ser de la tierra, aunque luego haya que completarlos con otros de fuera. También hay que tener en cuenta a Anecoop, cuya labor a nivel cooperativo es fundamental.
¿En qué papel quedaría la construcción?
La construcción, mientras se ha comprado y se ha movido la segunda vivienda o la residencial en la playa, ha funcionado muy bien en la Comunidad Valenciana. Ahora, sin embargo, va a tardar en recuperarse porque hay mucho excedente. No obstante ya voy viendo grúas por ciertas zonas de España, cuando hace tan solo unos años eso era impensable. Esto quiere decir que con el tiempo tendrá que volver a normalizarse, llevamos muchos años sin construir un piso.
¿Y qué reformas se deberían acometer para que sirvieran de base de lanzamiento de ese desarrollo económico?
La reforma laboral habría que ajustarla algo más, y por supuesto, hay otras muy importantes que aún no se han hecho, como la de la Administración Pública o la de la Justicia. No puede ser que un pleito se dilate durante catorce o quince años. Debe ser más rápida y para ello habría que dotarla de más jueces y medios materiales, porque al fin y al cabo todos estamos sometidos a ese juicio. Y también está la reforma impositiva, que se debe cambiar un poco más para incentivar a quien invierte y crea puestos de trabajo.
¿No considera suficiente la actual reforma fiscal?
No es que la considere insuficiente, es que para mí se ha quedado corta y antigua. Quiero decir que hoy necesitamos muchos más incentivos, que no subvenciones, porque el error es que en esta país se han dado muchas subvenciones y pocos incentivos y lo que hay que buscar es lo contrario.
¿Qué papel debería jugar la Administración pública, teniendo en cuenta que no está ni para invertir ni para conceder ayudas públicas?
No nos podemos permitir que haya cuatro administraciones públicas a la vez: una central, otra autonómica, las diputaciones y los ayuntamientos, eso habrá que simplificarlo. Además, creo que falta una armonización, que es imprescindible, entre todas las comunidades autónomas. No puede haber reglamentos o licencias diferentes dependiendo de la localidad o autonomía. Todo eso a las empresas privadas le obliga a un esfuerzo y unos costes adicionales que no son racionales.
Se habla mucho de potenciar las exportaciones, pero ¿qué papel le queda a la Comunidad Valenciana teniendo en cuenta que un 90% del tejido empresarial son pymes o autónomos? ¿Quién va a ayudar a crecer a esas empresas si ya tienen complicado sobrevivir?
La Comunidad Valenciana exporta mucho, pero yo creo que su balanza de exportacones-importaciones no está bien calculada. Y pongo un ejemplo muy simple para entenderlo. Aquí tenemos una gran industria que es el turismo, y a mí me da lo mismo vender una lata de tomates a un francés en París que en Torreviaja, mientras la pague con el dinero que trae de Francia. Al fin y al cabo lo que estás haciendo es exportar, la diferencia es que la venta, en lugar de hacerla en el país de origen del turista, la estás haciendo en el tuyo. Eso quiere decir que la Comunidad Valenciana exporta muchísimo más de lo que se dice. Y todas esas empresas pequeñas son precisamente las que ayudan a las más grandes a exportar.
¿Es posible iniciar una recuperación económica sin tener unas infraestructuras adecuadas? Me refiero al «tercer hilo» del «corredor mediterráneo» que no termina de llegar, el enlace ferroviario con Zaragoza,..
Las infraestructuras son esenciales. El otro día el presidente de Ford señalaba que el retraso del corredor Mediterráneo les va a suponer un descalabro. Han adaptado la fábrica para hacer más coches aquí que en ninguna otra factoría de Ford en Europa. Pero si se le retrasa será un duro golpe, porque no solo repercutirá en la salida de sus productos, sino también en la entrada de las piezas que necesita para fabricarlos. Y por otra parte está la conexión ferroviaria entre Zaragoza, la gran plaza de distribución de productos, y la Comunidad Valenciana. Que esa línea sea del calibre que es me parece una auténtica barbaridad en 2014. Porque no estamos hablando de los años cuarenta o cincuenta, en los que si no se hubiera tocado la vía no hubiera pasado nada. El problema es que ya estamos en 2014, hemos ido a la luna hace treinta años y seguimos igual que antes en la línea con Zaragoza.
Por cierto, a quién o quienes hay que culpar de esa falta de peso político en Madrid que nos impide conseguir unas infraestructuras básicas para el desarrollo económico. Porque en el caso del corredor Mediterráneo se puede hablar de cientos de millones, pero en el arreglo de la línea a Zaragoza no llega ni a 50 y aún y así, nada de nada.
Lo de los cincuenta millones a Zaragoza es un arreglito, porque que a estas alturas la línea no esté electrificada es algo que no tiene perdón, sobre todo porque sí que hay AVE que llegan a muchos sitios y que han costado una fortuna. Me parece una auténtica barbaridad. ¿Y quién tiene la culpa? Pues el Gobierno central, o los gobiernos centrales desde los años sesenta o setenta. Porque tanto caso le han hecho a Aragón como a la Comunidad Valenciana y la línea va de un punto a otro.
¿No cree que los empresarios también han reaccionado demasiado tarde?
Es que los empresarios saltan como la gente normal, cuando ya están estrangulados. No es nuestra labor estar exigiendo y reivindicando diariamente infraestructuras y determinadas cosas.
Por cierto, ¿cómo va el frente común de las asociaciones empresariales y patronales?, porque en los presupuestos de 2015 no se ha visto que haya servido de mucho.
Pues fenomenal, el frente va estupendo, nos han escuchado pero no nos han hecho ni caso.
¿Tendrá continuidad o ha sido un punto y aparte?
Yo espero que tenga continuidad y ha venido bien para unir a todas las organizaciones empresariales. No se trata de una única voz, pero sí de una misma línea de pensamiento y, quizás, de actuación. Y cuando se necesite para otra cosa será mucho más fácil reunirnos todos y ponernos a trabajar.
Pasando al sistema educativo, otro de los pilares para el futuro crecimiento económico, ¿qué es lo que modificaría?, ¿menos universidad y más Formación Profesional?, ¿una mayor vinculación con las empresas?..
No soy un experto, pero desde luego hace falta más comunicación con las empresas. Yo comprendo que es una tarea muy complicada, porque fuí a una universidad de la Comunidad Valenciana a dar una conferencia y lo que gritaban los estudiantes era empresarios fuera de la universidad. Estos chicos están preparandose para algo en el día de mañana, no para dar saltos «volantines» por la calle. Yo creo que la interconexión entre las empresas y la universidad hay que provocarla mucho más. Y sobre todo es necesario contar con un sistema educativo que no cambie por el signo político del que gobierna en cada momento, porque al final hasta los propios educadores acaban con un cacao mental importante.
¿Cómo se puede explicar a alguien de fuera de la Comunidad que todo el sistema financiero valenciano -Bancaja, CAM, Banco de Valencia- ha desaparecido del mapa en solo un par de años?
El sistema financiero en Valencia ha desaparecido por dos motivos. El primero es que no hemos contado jamás con un banco. Solo teníamos el Banco de Valencia como autóctono y lo fagocitó Bancaja. Y después, lo que ha desaparecido en la Comunidad Valenciana ha desaparecido también en media España, que son aquellos sistemas financieros, como las cajas de ahorros, que estaban dirigidos por gente que actuaba con una visión diferente a la del negocio bancario estricto.
¿Y cree que entidades como Bancaja y la CAM habrían terminado intervenidas si en lugar de estar gestionadas por políticos hubieran sido dirigidas por profesionales del sector?
Yo creo que no se hubiera llegado a ésto. Con los bancos no ha sucedido así.
Hablemos de puertos. ¿Qué explicación encuentra a que se haya anunciado la destitución de los presidentes de los puertos de Valencia y Alicante a la vez tras conocerse la imputación de Aznar, cuando Ripoll ya había traspasado las «lineas rojas» de Alberto Fabra muchos meses antes? [El pleno del Consell del día 21 relevó a Ripoll y volvió a aplazar la decisión sobre Aznar]
Yo creo que son cosas diferentes y no se puede comparar el puerto de Alicante con el de Valencia. Yo sigo creyendo en la labor de Rafael Aznar, que considero que ha sido magnífica. Lleva once años como presidente y ha colocado -junto a sus antecesores, porque no hay que olvidar a Rafael del Moral- al puerto de Valencia donde está hoy, como el quinto más importante de Europa. Y esa tarea es muy difícil. Desde mi punto de vista no se le está haciendo justicia a Aznar, y desde luego, que yo sepa, no está imputado, porque el juez lo ha citado a declarar como denunciado. Por lo que se está comentando, entiendo que debe haber alguna explicación, porque nos podemos encontrar con una situación muy rocambolesca y perversa, y es que destituyan a Aznar y después el juez archive el asunto. Todavía no ha declarado y lo mínimos es escuchar a la gente.
Parece que Alberto Fabra, que lleva el tema personalmente, está encontrando más dificultades de las esperadas en la selección de candidatos...
No lo se, no tengo un conocimiento exacto. En temas tan importantes hay que pensárlo y meditarlo muy bién y además supongo que también opinará el Ministerio de Fomento.
¿Y quién tomará finalmente la decisión, Madrid o Valencia?
Pues la decisión finalmente la debe tomar Valencia aún en contra del ministerio. Pero también es necesario armonizar y tener un candidato que sea bueno para todos, y especialmente para el puerto, que es lo primero, por encima incluso de quién le parezca bién a Madrid o Valencia. Y sobre todo, antes de tomar una decisión es preciso saber qué es un presidente de puerto, porque hay mucha gente que habla y no tiene ni idea. Un reponsable del puerto, ante todo, debe ser un formidable director comercial, capaz de atraer clientes y conocer a fondo el negocio, porque debe planificar concesiones y terminales a largo plazo y para eso no sirve cualquiera.
Se ha anunciado el cambio en un momento muy delicado para los intereses del puerto de Valencia...
Es cierto, es un momento muy delicado porque las grandes navieras están formando alianzas, las grandes terminales también están negociando acuerdos y al final, con toda la estupidez que está ocurriendo aquí nos vamos a quedar fuera. Nuestros vecinos del norte se estarán frotando las manos por lo que está ocurriendo en Valencia.
¿Habrá que recurrir a Santa Rita de Casia, patrona de los imposibles, para que la Comunidad Valenciana reciba una financiación justa?
Pues sí. La verdad es que el sistema de financiación es injusto con la Comunidad y aprovecho para decir que no me gusta nada todo esto que se comenta de cuestiones asimétricas, porque eso quiere decir desigualdades, y ya volvemos a empezar mal.
¿Y habrá que poner otra vela para que Montoro se digne en mantener un encuentro con los empresarios
Montoro, la verdad, es que con los empresarios, de uno en uno, sí se sienta. Conmigo, de hecho, se ha reunido, pero en bloque parece que no le apetece mucho, no está por la labor...
¿Y por qué puede ser?
Pues yo no lo sé, habrá que preguntárselo a Montoro.
¿Podemos ha pasado de ser un fenómeno social curioso a convertirse en un auténtico quebradero de cabeza para los empresarios?
No es ningún quebradero de cabeza, es un partido más. No tengo nada en contra. Sus plantamientos, a mí, que he conocido muy de cerca Venezuela, no me acaban de gustar y creo que nos ha costado mucho esfuerzo construir la democracia en España. Por el camino nos hemos dejado jirones de piel y todo el mundo ha sabido llegar a un punto de consenso.
¿Quién está contribuyendo más a su sorprendente avance electoral?
Yo creo que sobre todo los medios audiovisuales -risas-. También hay que entender que la sociedad civil está bastante harta, y cada vez que escuchamos, porque ademas sucede con todos los colores del abanico político, que han hecho cualquier barbaridad aumenta la indignación. Es curioso, porque para llevarse el dinero sí que parece que hubiera pactos, algo que se puede ver en la operación Púnica. Todo eso constribuye a que formaciones como Podemos crezcan.
¿Abogaría por un pacto PP-PSPV si de las urnas saliera un mapa político de difícil gobierno?
Yo abogo porque haya estabilidad, gobernabilidad y se hagan bien las cosas, ya sea través de un pacto general o de acuerdos puntuales. Personalmente creo que todos los que se van a presentar son gente preparada. Lo que quiero es que haya normalidad, posibilidad de crecimiento, tranquilidad. Sí me dan un poco de precaución los pactos entre varios partidos, tripartitos o cuatripartidos, por una sencilla razón, si se reparten el poder también se reparten las consellerias o los ministerios y al final cada uno tira para su lado de la manta y se termina por romper. Les ha pasado en Cataluña.
