La mejora de los balances de la banca y la mayor disposición de liquidez por parte de las entidades ya empieza a notarse también en las condiciones que éstas ofrecen a quienes necesitan un crédito para comprar una casa. En concreto, según los datos recopilados por el Colegio de Registradores, los bancos están reduciendo significativamente el tipo de interés medio que cobrar a sus clientes y también les están ofreciendo otras facilidades, como un mayor plazo de amortización, que habían recortado significativamente durante la crisis.

Sobre la primera cuestión, en el caso de la Comunidad Valenciana el tipo medio inicial de las hipotecas ha pasado del 4,24% al 3,60% entre el tercer trimestre de 2013 y el mismo periodo de este año. O lo que es lo mismo, el precio de los créditos se ha abaratado nada menos que un 15%. Aún así, lo cierto es que los diferenciales que se aplican siguen siendo muy elevados en comparación con los que existían antes de la crisis -de más del 3%- aunque ya hay varias entidades que ofertan préstamos por debajo del 2%.

En cuanto al plazo, se ha pasado de 20 años y un mes a 21 años y medio, un incremento que, aunque no parezca excesivo, indica que las entidades empiezan a perderle el miedo a las hipotecas a muy largo plazo, las que suelen contratar los más jóvenes para adquirir una vivienda.

Como consecuencia de todo ello se ha reducido el esfuerzo que un comprador debe realizar para hacer frente a la cuota de la hipoteca y que en la Comunidad Valenciana ya equivale al 25,9% de su salario mensual. Es un punto menos que el año pasado y casi cuatro puntos menos que la media nacional. En cifras absolutas, la cuota mensual media de los nuevos hipotecados en la autonomía es de 432 euros frente a los 556 euros del conjunto del Estado.

En cuanto a las ventas de casas, los registradores certifican un incremento de 4,56% en Alicante durante el tercer trimestre del año.