Tres años después de que la Universidad de Alicante aprobara, con voto secreto, la concesión del título de doctor Honoris Causa al economista Rodrigo Rato, la institución ha decidido retirarlo. El orden del día del Consejo de Gobierno que se celebra esta mañana en el campus incluye el «acuerdo de retirada del título Honoris Causa a Rodrigo Rato».
La concesión de este título, que no se llegó a entregar en la práctica con la habitual ceremonia, pompa y boato con que se procede con el resto de honoris -ya son más de 90 los concedidos por la UA-, generó en su día una gran polémica porque tuvo lugar poco después de que el propio Fondo Monetario Internacional no dejara en muy buen lugar la gestión de Rato, que en 2004 había asumido las funciones de director gerente del FMI, y en 2007 anunció que dejaba el puesto por razones personales.
En la Universidad, tras aprobar el nombramiento, se argumentaron problemas de agenda para el acto oficial de concesión del título, y en sucesivas ocasiones en que se preguntó sobre el tema la respuesta siempre tendió a alargar en el tiempo una situación que, esta mañana, se quiere dar por zanjada.
La votación, en su día, para aceptar este honoris por parte del Consejo de Gobierno de la Universidad, fue secreta, algo que tampoco es habitual para este tipo de concesiones que suelen conjugar el beneplácito generalizado de la Academia. Era el 30 de marzo de 2011 y finalmente se aprobó el Honoris Causa para Rodrigo Rato por 21 votos a favor y 8 en contra. Lo proponía originariamente el departamento y posteriormente, por unanimidad, la propuesta llegó al Consejo de la mano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.
Meses después, en noviembre de ese mismo año, 350 profesores de la UA hacían publico un documento con sus firmas de rechazo al nombramiento del exdirector del FMI. Contaban con el apoyo de otras 300 rúbricas de alumnos y de personal administrativo, que consideraban que Rato «no tiene méritos académicos, científicos o sociales para recibir este galardón, ni vinculación alguna con esta Universidad. Los catedráticos José Carlos Rovira, Manuel Atienza y Juan Ruiz Manero, ratificaron dicho documento y el primero declaró entonces que «como director del FMI ha sido puesto en entredicho y lo dirigió hasta el momento en que empezó la crisis, sin que antes avisara de nada», por lo que se consideraba su nombramiento «perjudicial para la UA».
