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La cúpula de Cepyme refuerza el liderazgo de Cristóbal Navarro para plantar cara a Coepa

El presidente de las pymes pone su cargo a disposición de la junta directiva para escenificar el apoyo sin fisuras de sus asociados y el respaldo unánime a todos los pasos que dé contra la reforma estatutaria de la patronal

La junta directiva que celebró ayer Cepyme INFORMACION

El presidente de Cepyme, Cristóbal Navarro, no está dispuesto a dar por perdida su batalla contra Coepa, especialmente en un momento como éste, y, por si no había quedado bastante claro, así lo volvió a demostrar ayer. Para ello, aprovechó de forma muy hábil la junta directiva que celebraron las pymes para reforzar más si cabe su liderazgo de cara a los próximos pasos que dé en la guerra contra el núcleo duro de la patronal que dirige Moisés Jiménez, y, sobre todo, en su lucha para frenar la reforma estatutaria que se ha planteado. Fue precisamente en el marco de esa reunión donde Cristóbal Navarro puso su cargo a disposición de su junta.

Era consciente de que contaba con su respaldo, porque ya había quedado claro hasta la fecha, pero forzó más la máquina y puso en escena ese amago de «renuncia» con el fin de recabar un apoyo unánime y sin fisuras, ya no sólo de puertas para adentro, sino también hacia afuera, de manera que esas posiciones de los asociados que también tienen representación directa en Coepa tengan continuidad en la junta directiva que se celebrará la próxima semana, y en la posterior asamblea del 30 de septiembre.

No sólo eso. Con esta maniobra, Cristóbal Navarro quería dejar en evidencia que cualquier ataque contra él también se extendía al resto de asociados a Cepyme, con los efectos que ello puede tener en un futuro inmediato. También evidenciaba que tiene carta blanca para cualquier actuación que emprenda para defender unos intereses que consideran «pisoteados» por Coepa. De hecho, Cristóbal Navarro no se escondió y sentenció que «la situación se ha personalizado demasiado. Parece que lo que quieren es echarme a mí, y no se dan cuenta de que, en realidad, esto es un ataque a las pymes».

Evidentemente, estas alturas son muchos, muchísimos, los puntos que separan al sector más oficialista de Coepa de los críticos, representados por el presidente de Cepyme, pero también por la patronal del metal Fempa. Sin embargo, el proceso de reforma estatutaria que está impulsando Coepa ha ahondado más en la fractura. Al fin y al cabo, el borrador con el nuevo articulado suprime cualquier referencia a la confederación de las pymes en Alicante y, además, elimina la asignación estatutaria, e histórica, de una de las vicepresidencias al dirigente de Cepyme, en una operación que se ha interpretado desde todos los sectores como un intento de acallar a Cristóbal Navarro expulsándolo de los órganos directivos de la patronal presidida por Moisés Jiménez.

Si la junta directiva se mostró unánime en esa oposición frontal al intento de «acallar» a Cepyme, no menos contundente fue con la posibilidad que se da en los nuevos estatutos a que las empresas puedan ingresar de forma directa en Coepa, sin necesidad de hacerlo a través de otras organizaciones sectoriales o territoriales, como sucede hasta la fecha, salvo que se trate de compañías consideradas «singulares».

En ese punto se dio rienda suelta al malestar que ya se había venido mostrando en «petit comité», ante el temor de que, con ello, se abra la puerta a la fuga de asociados, que, una vez puestos a pagar una cuota, prefieran hacerlo en una organización de ámbito provincial como Coepa frente a otras con un ámbito territorial más limitado o que simplemente tienen carácter sectorial. No en vano, son varias las fugas que se han producido ya tanto de Coepa como de la propia Cepyme, en función de las alianzas y el apoyo a uno u otro bando, el de los oficialistas o el de los críticos.

No se concretaron mucho los pasos que se seguirán ahora, pero, de todas formas, la amenaza de la impugnación del borrador de estatutos sigue planeando. Cristóbal Navarro así lo ha venido alertando, y la junta de Cepyme volvió a dejarlo caer ayer. «A ninguno nos gusta tener que judicializar Coepa, pero tampoco nos están dejando más remedio», puntualizó el dirigente de las pymes, que no podía ocultar su satisfacción por haber reforzado aún más su posición con esta jugada. Ahora sólo queda saber si realmente este apoyo tendrá proyección de puertas hacia afuera, por supuesto en los órganos de decisión de Coepa, y sobre todo por parte de los que en otras ocasiones han optado por mostrarse más tibios.

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