El Banco Sabadell ha cerrado un acuerdo con Vectalia, el holding empresarial de la familia Arias, para venderle la participación del 14,99% que la entidad mantenía en Subús, la división de transporte del grupo que opera las líneas de autobús de Alicante y su comarca, además de distintas concesiones en Alcoy, el Vinalopó, Extremadura o en el Sur de Francia. Aunque ninguna de las partes quiso confirmar el importe de la operación, las fuentes consultadas aseguran que la firma alicantina habría pagado alrededor de cinco millones de euros por este paquete accionarial, una cantidad más que asumible para el grupo empresarial y que también permitirá al banco catalán anotarse plusvalías.

De esta forma, el Sabadell continúa con el proceso de desinversión que inició tras adjudicarse la CAM y con el que pretende liquidar todas las participaciones no estratégicas que heredó de la extinta caja alicantina. Hasta el momento la entidad ya ha salido del capital del touroperador TUI, la cadena hotelera Meliá, Terra Mítica, la chocolatera Natra, Lico Corporación, Inversis Ahorro o el grupo Valfensal, con el que la desaparecida caja alicantina realizó diversas inversiones en el Caribe que están siendo objeto de investigación.

En el caso de Subús, la operación se ha producido en términos completamente amistosos y, de hecho, el banco catalán seguirá siendo el principal proveedor financiero del grupo. No en vano, desde su llegada a Alicante los responsables del Sabadell han mantenido unas relaciones más que cordiales con la familia Arias hasta el punto de que el presidente de la compañía, Joaquín Arias, es el único empresario alicantino incluido en el comité asesor que la entidad creó para el ámbito de la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares.

En este sentido, el consejero delegado de Vectalia, Antonio Arias, a preguntas de este diario, quiso destacar «la capacidad de ambas partes para alcanzar un acuerdo satisfactorio para todos, que nos permita seguir apoyando, desde las posiciones de equity y deuda, un proyecto en el que creemos y vemos un amplio potencial de desarrollo».

La CAM compró en 2008

La extinta Caja Mediterráneo entró en el accionariado de Subús Grupo de Transporte S.L. en junio del año 2008, cuando adquirió el 10% de la compañía, con opción de llegar hasta el 20% en sucesivas ampliaciones de capital. La primera de ellas, que elevó la participación de la CAM hasta el 14,99%, se produjo en diciembre de 2010 y la segunda tendría que haberse aprobado el año pasado pero el traspaso del negocio al Sabadell, tras la intervención y posterior subasta de la caja, frenó la operación.

Desde un principio, el banco presidido por Josep Oliu dejó claro que su filosofía era la de centrarse exclusivamente en la actividad financiera y dejar los negocios para sus clientes, lo que descartó la nueva inyección prevista en el acuerdo inicial entre Subús y la CAM.

Con la operación acordada ahora, Vectalia -propiedad de los Arias y de la familia Somoza- vuelve a ostentar el 100% de la división de transportes del grupo, que aporta aproximadamente 110 de los 150 millones de euros que factura anualmente este conglomerado empresarial. Además de la gestión de autobuses, Vectalia también posee diversos negocios hosteleros, empresas de limpieza y seguridad, así como aparcamientos y estaciones de servicio. En total, el grupo emplea a unas 2.500 personas, según los últimos datos disponibles.

Privatización del AVE

Desde la compañía alicantina aseguran que no tienen intención de buscar un nuevo accionista que cubra el hueco dejado por el Sabadell y también sostienen que la recompra de este paquete no altera los plantes que tenían previstos. Entre otros negocios, la compañía acaba de obtener el título de operador ferroviario, con el que podrá optar a la próxima privatización de las líneas del AVE que prepara el Ministerio de Fomento. Vectalia también ha resultado adjudicataria, recientemente, del concurso para la construcción y explotación de la nueva estación de autobuses de Santa Pola, y también acaba de suscribir un acuerdo para gestionar la terminal de Pamplona, que incluye un área comercial y un aparcamiento de 600 plazas.