Los efectos del veto ruso ya se dejan notar en la provincia. La compañía Bonny, la mayor productora de tomates de Alicante y uno de los mayores exportadores del sector agroalimentario de la zona, ya ha sufrido las primeras cancelaciones de pedidos como consecuencia del cierre de fronteras decretado por Vladimir Putin. Así lo confirmó a este diario su máximo responsable y también presidente de la Federación Española de Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), Jorge Brotons.

Al respecto, Brotons explicó que, en estos momentos, la compañía estaba realizando envíos «de tomates secos y, sobre todo, gazpacho» y que los pedidos «han cesado de inmediato». No obstante, al tratarse de productos elaborados la firma de Mutxamel confía en poder recolocarlos en otros destinos. «Es diferente con el producto fresco, que se echa a perder enseguida», señaló el ejecutivo. No obstante, el ejecutivo también mostró su preocupación por lo que ocurrirá a partir de octubre, cuando empieza la nueva campaña del tomate fresco, ya que Rusia asumía aproximadamente un 10% de las exportaciones de Bonny. Por eso Brotons valoró positivamente «la rapidez de respuesta del Gobierno» y confió en que la UE también respalde a los productores.

Por su parte, desde Asaja Alicante también apuntaron que la uva de mesa, a lo largo de este otoño, y el limón serán las próximas cosechas de la provincia que se verán afectadas por el veto ruso.