«Va a ser un auténtico drama». Así de contundente se mostraba ayer el secretario técnico de Asaja-Alicante, Ramón Espinosa, tras conocer la decisión de Gobierno ruso de vetar la entrada de todos los productos agroalimentarios procedentes de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Australia, en represalia por las sanciones que estos países, a su vez, han adoptado contra Rusia por la crisis de Ucrania y el derribo de un avión de pasajeros. La provincia se juega en este envite nada menos que 72 millones de euros en exportaciones agrarias, según los datos del Consejo de Cámaras de Comercio, prácticamente el 10% de todas las que realiza del sector.
Pero, lo que es aún peor, los productores temen que esta situación arruine años de un intenso trabajo comercial que ha permitido multiplicar por seis los envíos a este mercado desde el año 2008 y en el que confiaban para asentar el notable desarrollo que está experimentando la agricultura en los últimos tiempos. De hecho, en Asaja no dudan en relacionar la buena acogida de los productos alicantinos en el país eslavo con el primer incremento de la renta agraria que ha experimentado la provincia en décadas y que se registró el año pasado.
«No sólo pagan bien, también son muy serios y muy fieles. Si ven que cumples, tienes clientes asegurados», explica Espinosa, quien destaca el peso que tienen las ventas a Rusia en productos como el limón o las frutas y hortalizas de temporada.
Uva de mesa
Una de las primeras campañas que se verá afecta es la de la uva de mesa, que arranca estos días. «El año pasado Rusia fue clave para absorber toda la enorme cosecha que tuvimos. El único consuelo que tenemos es que este año hay menos uva y, con un poco de suerte, logramos colocarla toda en Europa», señala José Enrique Sánchez, productor de esta fruta.
El secretario técnico de Asaja asegura que ayer ya fueron muchas las llamadas de agricultores preocupados las que se recibieron en la organización. Además del impacto directo en las ventas, Ramón Espinosa se muestra convencido de que la menor demanda también provocará una caída de los precios, con lo que el golpe será «doble». Por eso ayer reclamó a la Unión Europa compensaciones para los agricultores afectados.
También desde La Unió manifestaron ayer su malestar por esta situación. «Lamentamos que una vez más el sector agrario sea el blanco de las disputas políticas entre la Unión Europea y otros países y, como consecuencia de lo anterior, que sean los agricultores quienes sufran las mismas», señalaron en un comunicado.
