La Inspección Médica de la Seguridad Social ha obligado a Correos a prorrogar la baja de un cartero al que el ente obligó a reincorporarse a su puesto de trabajo en Alicante a pesar de que sólo podía andar con muletas, según informó ayer el sindicato CGT. El funcionario sufrió un accidente laboral hace más de un año al caerse por unas escaleras mientras realizaba un reparto y ya era la segunda vez que desde la dirección territorial le obligan a volver a trabajar, contra el criterio de su médico de cabecera, basándose en los informes de la empresa externa que el ente ha contratado para combatir el absentismo laboral. Ante la esperpéntica situación de tener que repartir el correo caminando con muletas, el afectado decidió recurrir a la Inspección Médica de la Seguridad Social, que finalmente le ha dado la razón y ha prorrogado su baja.

«Es una vergüenza que una empresa 100% pública caiga en estas prácticas. En vez de hacer prevención para evitar accidentes, como sería su obligación, basan la lucha contra el absentismo en la represión», denunció ayer el portavoz de CGT Francesc Callado.