El Gobierno ha decidido dar marcha y elevará el mínimo exento de tributación en la indemnización por despido a los 180.000 euros, siguiendo el modelo foral navarro, y frente a lo que establecía inicialmente el proyecto de ley de reforma fiscal, que establecía un mínimo extento de 2.000 euros por año trabajado. Así lo anunció ayer en Sevilla el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, quien incidió que esta modificación ha sido contrastada con los agentes sociales y económicos.

El Ejecutivo de Rajoy fijó en el anteproyecto de ley un mínimo exento de 2.000 euros por año trabajado, lo cual significaba que quedaban libres de tributar los trabajadores que cobraban hasta 20.000 euros anuales. Sin embargo, esta medida fue muy criticada tanto por los agentes sociales como por la práctica totalidad del arco parlamentario, por lo que Hacienda ha decidido finalmente elevar ese mínimo.

Cristóbal Montoro aprovechó para destacar la bajada de impuestos que «ya ha empezado» con las retenciones de los autónomos y llamó la atención sobre las figuras tributarias de impuestos negativos a madres con hijos a su cargo y familias numerosas con personas con discapacidad a su cargo. De igual manera, apuntó que se va a cambiar y mejorar el Impuesto sobre Sociedades con figuras como la reserva de capitalización para empresas e instrumentos similares para las pymes. El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas también destacó que en julio se ha vuelto a crecer la recaudación fiscal en «algo más del 5%», y puso el acento en que a lo largo de este mes, cuando se realiza el pago fraccionado de las pymes, «se ve cómo los autónomos están tributando».

En cuanto al Consejo de Política, Fiscal y Financiera (CPFF) que se celebrará este jueves, el ministro resaltó que se analizará la fórmula por la que las comunidades acogidas al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) se puedan beneficiar de la bajada de tipos de interés de las nuevas condiciones que ofrece el mercado para que «dispongan de más recursos para financiar los servicios públicos a su cargo, como la sanidad, la educación y las prestaciones sociales». No obstante, Montoro alerto que, a cambio, les van a pedir a las comunidades que paguen a los proveedores, ya que, según recordó, «perjudica mucho la actividad económica y nos hacemos inviables como Administración».

Por otro lado, Montoro aseguró que «España está viviendo una clara recuperación económica», que, a su juicio, «es el resultado del saneamiento de las empresas, el desapalancamiento financiero y la bajada en el endeudamiento de las familias». En esta línea, apuntó que «la recuperación económica está en marcha y hay que seguir haciendo los deberes. Es importante tener las cuentas en orden. De hecho, sentenció que «España estará el próximo año a la cabeza de los países europeos con mayor crecimiento económico», y apostilló que «seguiremos en la recuperación si no perdemos el rumbo y continuamos con las reformas, saneando las cuentas y no nos distraemos, porque gastar nos gusta a todos. Hay que seguir gastando los imprescindible, en los servicios sociales, que la gente que lo necesita tenga ese apoyo de cuentas públicas».