El debate tampoco pasó de puntillas sobre los efectos que está teniendo Internet en las ventas. Fue el presidente de Panama Jack, Antonio Vicente, quien puso sobre la mesa esta cuestión. «Internet está revolucionando el mercado y lo va a revolucionar más», proclamó. «En estos momentos, estamos vendiendo 15.000 pares anuales, y en dos años esperamos llegar a los 50.000. Vendemos a Europa y en España, y la satisfacción es total, porque tienes toda la información del consumidor. Sabemos a qué público se venden los productos y qué edad tiene», especificó el industrial zapatero. Al respecto, el director general de Bocopa, Gaspar P. Tomás, reconoció que «Internet es una oportunidad importante, aunque en nuestro sector aún no se ha llegado tan lejos, y en nuestra empresa menos».

En términos similares se pronunció el presidente de la empresa constructora Ecisa, Manuel Peláez Robles, quien incluso situó la revolución de Internet al mismo nivel que la que supuso la imprenta en su momento. «En el caso nuestro, no se percibe tanto porque trabajamos en cada país, y la relación personal con los clientes es imprescindible», reconoció a pesar de todo Peláez. «Sí, pero tendrás una web en todos los idiomas», le espetó Antonio Vicente. «Por supuesto», le respondió Peláez. Todos se mostraron de acuerdo en que, incluso en el caso de las empresas que ofrecen servicios, la web es fundamental tanto de cara al mercado interior como a los exteriores.

El director del Master Executive en Gestión de Negocios Internacionales de la Escuela de Organización Industrial, Félix López, apuntó en este sentido que «el Business-to-business ha sido un fracaso grande porque nadie quiere hacer este tipo de operaciones con una máquina, pero en los bienes de consumo sí, y ahí es donde está la revolución».