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Bancaja permitió que Ferri y Baldó ganaran 32 millones con terrenos que tendría que haber embargado

La entidad les prestó 59 millones y luego recompró el suelo un 63% más caro

Bancaja permitió que Ferri y Baldó ganaran 32 millones con terrenos que tendría que haber embargado

Mientras miles de ciudadanos perdían sus casas ante la imposibilidad de pagar sus hipotecas, algunos afortunados no tenían tantos problemas para evitar que los bancos les embargaran tras el vencimiento de un préstamo que no habían podido afrontar. Es lo que les ocurrió a los empresarios de Benidorm Juan Ferri y José Baldó, quienes no sólo consiguieron que Bancaja renunciase a ejecutar las garantías de dos créditos que les había concedido para financiar la compra de unos terrenos en México. También lograron que la caja accediera a que una de las sociedades conjuntas que había creado con ellos adquiriera dichos terrenos por un 63% más de lo que les costaron inicialmente, lo que les proporcionó unas jugosas plusvalías de cerca de 32 millones de euros.

Así lo asegura el Banco de España en un informe en el que recopila las principales «irregularidades» detectadas en Bancaja Hábitat, la antigua filial inmobiliaria de la caja valenciana, que el supervisor remitió a la Fiscalía Anticorrupción hace unas semanas. En él ocupan un papel destacado los negocios que los empresarios de Benidorm realizaron junto a Bancaja al otro lado del Atlántico y que, desde la semana pasada, ya están siendo investigados por el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez, el mismo que también instruye la causa que se sigue contra Ferri y Baldó por el supuesto desvío de cientos de millones de euros al paraíso fiscal de Curaçao a través de una compañía en la que eran socios de la CAM.

En este caso, los hechos se remontan a octubre de 2007 cuando los hoteleros deciden comprar la finca Vinoramas, una extensión de más de 18 millones de metros cuadrados en la zona de Los Cabos, en el estado mexicano de Baja California. El principal interés de esta enorme extensión de suelo rústico era que se encontraba entre otras dos fincas, las de Piedras Bolas y Zacatón, que ya habían sido adquiridas por el Grupo Grand Coral, la sociedad que Ferri y Baldó habían constituido con Bancaja, el Banco de Valencia y otros empresarios para invertir en grandes desarrollos inmobiliarios en el país azteca.

En esta ocasión, sin embargo, los también propietarios del grupo Mar Confort decidieron comprar el suelo en solitario a través de otra compañía aunque, eso sí, solicitaron a la caja valenciana que les prestara 80 de los 90 millones de dólares que costaba. La entidad accedió y le dejó el dinero a través de dos créditos: uno de 58,1 millones de dólares con garantía hipotecaria sobre los terrenos y otro de 21,9 millones con un aval del Banco de Valencia.

Los empresarios no pagaron

El problema llegó cuando dos años más tarde, en 2009, vencieron ambas operaciones «sin que fuesen atendidas», según explican los inspectores del Banco de España responsables del informe. Entonces, Bancaja «no ejecutó las garantías», como hubiera sido de esperar, «en su lugar se decidió que el Grupo Grand Coral -en el que la propia entidad tenía una participación- adquiriese el suelo por un precio de 147 millones de dólares, lo que supuso incrementar la valoración un 63%», según las mismas fuentes. Y todo ello «sin que se hubiese producido ningún desarrollo urbanístico que lo justificase».

Al realizar esta tasación de los terrenos se generaron en la sociedad propiedad de Juan Ferri y José Baldó unas plusvalías «de aproximadamente 43,5 millones de dólares (unos 32 millones de euros al cambio actual)». Para pagar esta cantidad, Bancaja Hábitat, Deproinmed (en la que participan también Enrique Ortiz y la inmobiliaria Espacio) y Bavacum (del Banco de Valencia) entraron en el capital de la sociedad «realizando un desembolso en efectivo a los citados Sres (Ferri y Baldó) y efectuando una ampliación de capital» a la que no acudieron los anteriores.

Revalorizaciones sospechosas

La compra de Vinoramas no es el único movimiento que levanta las sospechas del Banco de España. Los inspectores tampoco ven nada claras la adquisición de las fincas de Piedras Bolas y Zacatón realizadas en diciembre de 2006. En el primer caso se pagaron 70 millones de dólares cuando el «avalúo físico» -la valoración independiente que deben incluir las escrituras de compraventa en México- se estimaba en 16,3 millones y cuando no existía ninguna tasación que siguiera la normativa española para poder aprobar la operación. Igualmente, por Zacatón se pagaron 140 millones de dólares cuando el avalúo se cifraba en 55,4 millones y, según los cálculos realizados por el Banco de España, su valor real no debía superar los 29 millones. Tampoco existió tasación reglada.

Pero lo que más llama la atención del supervisor es que la sociedad que vendió ambos terrenos al Grupo Grand Coral se había constituido apenas tres meses antes de la operación, «siendo su representante legal, aparentemente, un electricista». Por si fuera poco, esta sociedad había adquirido las citadas fincas a sus anteriores propietarios tan solo dos días antes de su venta a la firma participada por Bancaja, en el caso de Zacatón, y 50 días antes, en el de Piedras Bolas.

En total, el Banco de España cifra en 250 millones de euros las pérdidas que deberá afrontar Bankia, heredera de Bancaja, por los negocios que la caja valenciana hizó con los propietarios de Mar Confort en México, aunque la propia entidad elevaba esa cantidad hasta los 330 millones en la denuncia que también presentó por estos mismos hechos.

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