Un año y ocho meses después de entrar en concurso de acreedores tras acumular una deuda de casi 40 millones de euros, la cadena de clínicas oftalmológicas fundadas por el doctor Jorge Alió, Vissum, ya tiene nuevo propietario. El grupo escocés Optical Express, uno de los mayores del sector en Europa, resultó ayer adjudicatario de la firma en la subasta que el juzgado de lo Mercantil número 2 de Alicante había organizado para resolver el proceso y en la que también participaron la consultora alicantina Atalanta Finvesta y el madrileño Grupo Arpada, propietario de diversas residencias geriátricas que concurrió a través de su filial inmobiliaria, Urtinsa.

La compañía británica se alzó vencedora al ofrecer 3.019.000 euros en la puja y garantizar durante los próximos dos años el mantenimiento del 100% de la plantilla actual -unas 230 personas-, frente a los 2.850.000 que propuso Atalanta y el 1.425.000 euros en que se valoró la propuesta de Urtinsa, la única que no se comprometía a conservar a todo el personal. De la citada cantidad, 2.819.000 euros corresponden a la subrogación de la hipoteca del único local que Vissum tiene en propiedad, el de la calle Francisco Silvela de Madrid -el resto pertenecen a la sociedad patrimonial del doctor Alió, Clinvers, que también está en concurso- además de otros créditos, mientras que el desembolso en metálico se limitará a 200.000 euros.

No obstante, según explicó ayer a este diario el director general de Vissum, Juan Antonio García, Optical Express también se ha comprometido a realizar importantes inversiones para relanzar el negocio una vez que tome posesión de la compañía. Por ejemplo, está prevista la incorporación de tres nuevos lásers de última generación, además de nuevos programas informáticos de gestión o de diagnóstico. En total, los escoceses prevén gastar unos 10 millones, según informaron ayer desde la cadena de clínicas oftalmológicas que, no obstante, no aclararon si esa cantidad incluye los tres millones de la subasta.

«Para nosotros es una gran noticia porque se trata de un grupo que conoce el negocio y que, sobre todo, nos va a aportar nuevas herramientas de márketing y de comercialización como las que aplica en el Reino Unido o en Alemania y que van a ser muy importantes», señaló García al finalizar la licitación.

Lo cierto es que la compañía escocesa hacía tiempo que había dejado claro su interés por Vissum y, de hecho, intentó llegar a un acuerdo con Alió y Bankia -propietaria del 25% del grupo- antes de que el juzgado decretara la liquidación del grupo y su venta al mejor postor. Sin embargo, la abultada deuda que arrastraba la firma alicantina impidió que las conversaciones llegaran a buen puerto y Optical Express prefirió esperar a la subasta para quedársela libre de la mayor parte de sus cargas.

Este interés quedó más que patente ayer cuando el propio presidente de la firma con sede en Glasgow, David Moulsdale, participó en persona en la vista celebrada en los juzgados de la capital alicantina aunque rechazó realizar ningún comentario.

Polémica

La licitación no estuvo exenta de polémica por la confusión sobre los conceptos por los que se pujaba o sobre el importe de los créditos hipotecarios que se asumían, que el juez Salvador Calero y el administrador concursal Alejandro Latorre tuvieron que aclarar en varias ocasiones. Además, uno de los postores, Urtinsa, solicitó al magistrado que se excluyera a Optical Express del proceso ya que consideraba que se habían producido varios defectos de forma. En concreto, señaló que la propuesta original de los escoceses no cumplía con el requisito de mantener al menos el 90% de la plantilla durante dos años, ya que ofrecía el 100% el primer año y el 85% el segundo; y denunció, además, que uno de los representantes de la compañía no había acreditado su identidad al olvidarse el pasaporte en el hotel.

El grupo de Glasgow aclaró que su oferta final contempla mantener el 100% del personal y el juez consideró que ambos defectos eran subsanables y desestimó la petición. Al finalizar la vista el director general de Urtinsa, Justo Mármol, señaló que «en principio» no tenían intención de recurrir la adjudicación a pesar de sus protestas.