El montante de financiación que Juan Ferri y José Baldo obtuvieron de las dos grandes cajas de ahorros de la Comunidad pudo haber superado incluso los 1.000 millones de euros si llega a cuajar el último proyecto que los empresarios plantearon a la CAM: la creación de un nuevo grupo bajo el concepto de «club de vacaciones» junto a un gran touroperador canadiense. El entonces director general de la caja alicantina, Roberto López Abad, llego a aprobar la propuesta de financiación por importe de 380 millones de euros incluso en contra del criterio de la comisión de riesgos de la entidad, que desaconsejó la operación. Era el año 2009, la burbuja inmobiliaria ya había estallado y los miembros de la comisión no veían nada clara la rentabilidad. Sin embargo, López Abad impuso su criterio argumentando que se trataba de una decisión estratégica para la caja de ahorros. Sin embargo, al final fueron los socios de la entidad los que se echaron atrás y optaron por la prudencia porque las cuentas del proyecto no les acababan de cuadrar. d. n.
