El exhaustivo análisis realizado por la Guardia Civil de la documentación intervenida en el marco de la investigación sobre los negocios de la CAM en el Caribe no sólo permite concluir que todo aquello que hace unos meses sólo eran meros indicios está adquiriendo cuerpo de sólida sospecha sino constatar, además, la necesaria complicidad de las principales piezas de la excúpula directiva de la entidad con los empresarios que, según afirman los investigadores, contribuyeron al saqueo de la que llegó a ser la cuarta caja de ahorros del país y hoy es nada. Como nada o bastante menos de lo que ahora se le atribuye a los empresarios de Benidorm hubiera sido posible de no haber contado con la necesaria conchabanza de unos altos y bien remunerados ejecutivos que, lejos de cumplir con su tarea de velar por los intereses de los ahorradores de estas tierras, optaron por, cuanto menos, echar una mano a sus, según todos los indicios, más que socios.
