El comercio exterior está viviendo un momento dulce en la provincia, hasta el punto de que los envíos a terceros países experimentaron el pasado mes de febrero un crecimiento del 8,1% respecto al mismo periodo del anterior, con operaciones que llegaron a los 415 millones de euros, según los datos del ICEX.
Sin embargo, sectores como el agroalimentario se situaron una vez más por encima de la media, hasta el punto de que estos números vuelven a constatar que el campo se ha convertido hoy por hoy en uno de los principales motores de recuperación de la provincia, sólo superado en exportaciones por el calzado. Por productos, según los datos que manejan los colectivos agrarios en estos momentos, los cítricos, el brócoli y las alcachofas son los que más demanda tienen en el extranjero, hasta el punto de que concentran más de la mitad de los pedidos que llegan de fuera.
De entrada, los datos del ICEX ponen en evidencia que el pasado mes de febrero los envíos de fruta al extranjero llegaron a los 37,4 millones de euros, lo que supone un 16,9% más que respecto al mismo mes del año anterior; los de hortalizas alcanzaron los 36,2 millones de euros, con un 12,6% más; y las conservas y los zumos se quedaron en 13,9 millones, con una subida del 42,3%.
Junto a los cítricos, la alcachofa y el brócoli, desde Jóvenes Agricultores de Alicante-Asaja, destacan la demanda que tienen las verduras en general, y, especialmente, otras como la lechuga, el tomate, el pimiento, el pepino, el apio, las berenjenas o el calabacín, y frutas de verano, como el melón y la sandía. A ello, se suman otras cosechas de temporada, como la granada y las brevas que se cultivan desde Albatera al Camp d'Elx. También destacan producciones como la del níspero en la Marina Baixa, e incluso los caquis, que, según apuntan desde la Unió de Llauradors i Ramaders, cada vez tienen más demanda en los países del Este.
La Unión Europea es el principal punto de destino, con países como Alemania, Reino Unido, Holanda, Francia o Italia. No obstante, desde los colectivos agrarios apostillan que las cosechas alicantinas llegan a otras zonas, como Estados Unidos.
Con este escenario de partida, el presidente de Jóvenes Agricultores-Asaja, Eladio Aniorte, reconoce que «el 90% de la producción de la provincia está enfocada a la exportación, y se produce pensando en eso», y apunta que «las exportaciones siguen creciendo, pero es verdad que en muchos casos no se han incrementado las superficies cultivadas, sino que lo que se ha hecho es cambiar las variedades para lograr más producción, como con la uva en algunos casos». Por su parte, el portavoz de la Unió de Llauradors i Ramaders en Alicante, Juan Miguel Montaner, tiene claro que «no tenemos tecnología en esta provincia, ¿qué vamos a exportar si no vendemos productos agrícolas?».
En cualquier caso, uno y otro tienen claro que, en la práctica, este aumento en las exportaciones no tiene ninguna incidencia real para el pequeño productor. «Estamos en un territorio en el que se prioriza a los grandes exportadores y a las distribuidoras. Por eso, el pequeño agricultor sigue en crisis como siempre, y sólo puede ir a subastas o a las cooperativas», sentencia Juan Miguel Montaner. Mientras tanto, Eladio Aniorte hace hincapié en que «los agricultores cada vez tenemos más "inputs" y cada vez pagamos más impuestos, y a eso se une que todo el mundo puede llevarse lo que quiera, mientras los agricultores seguimos en caída libre». De hecho, recuerda que «estamos en un mundo muy complicado, dependemos de muchos factores y de la meteorología, y sólo podemos jugar a producir varias cosas, porque hay cosechas que pueden salir mejor y otras peor».
