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La tasa de temporalidad entre los jóvenes de la provincia se dispara y supera ya el 91%

El primer trimestre se cierra con 30.475 contratos a menores de 30 años y sólo algo más de 2.000 indefinidos. La mayoría de los contratos a jóvenes son a tiempo parcial, especialmente en los sectores de obra y servicios

Un camarero sirve una consumición en la terraza de un local de la provincia. ANTONIO AMORÓS

­La precariedad y la inestabilidad son las condiciones que mejor definen el panorama del mercado de trabajo en el caso de los jóvenes. Las cifras hablan por sí solas, hasta el punto de que en este primer trimestre del año la tasa de temporalidad entre los menores de 30 años de la provincia llega al 91,87%, con un porcentaje que se ha mantenido estable desde 2012, con variaciones que apenas llegan a unas décimas, pero por encima del 87% que se registró en los años 2010 y 2011. De hecho, de los 30.475 contratos que se firmaron a jóvenes alicantinos entre enero y marzo, 27.996 tenían carácter eventual. Así se desprende de un informe que acaba de elaborar el sindicato UGT a partir de los datos oficiales del Servicio Público de Empleo.

Sin embargo, no sólo la temporalidad es el denominador común entre los jóvenes alicantinos, sino que los contratos a tiempo parcial, sea por altas indefinidas, sea por altas eventuales, ha ido ganando terreno, de forma que en el primer trimestre de este año la parcialidad ha logrado imponerse a los trabajos a tiempo completo. Así, se firmaron 1.140 contratos indefinidos a tiempo parcial, frente a los 1.023 a tiempo completo; muy lejos ya de los guarismos de 2010, cuando en este mismo periodo del año se registraron 2.390 altas a tiempo completo frente a las 1.366 parciales. La diferencia es mucho mayor en el caso de los contratos temporales, con 13.571 trabajos parciales, frente a los 12.551 a tiempo completo, y, cuando en 2010 los parciales eran 11.122 frente a los 16.779 a tiempo completo.

Los eventuales por circunstancias de la producción, y los de obra y servicios son los contratos más utilizados para los jóvenes, hasta el extremo de que el 78,36% de las altas entre los menores de 30 años se hacen recurriendo a esta tipología y, concretamente, 8.616 de obra y servicios, y 8.918 eventuales, con una tasa de parcialidad que llega al 58,43%. En cuanto a los contratos para la formación, tienen un carácter muy residual, con sólo 1.615 formativos y 259 de prácticas en este tiempo.

Desde UGT, la secretaria de Empleo en L´Alacantí-La Marina, Yaissel Sánchez, incide en que «el descenso en la contratación, la precariedad en el empleo y, por consiguiente, unos bajos salarios hacen que cada vez sea más difícil plantearse una emancipación juvenil, e incluso los que han podido emanciparse tienen que volver a casa de sus padres al no poder costearse su independencia, y lo peor es que también afecta a los derechos que pueden generar para acceder a prestaciones o pensiones, por ejemplo». Por ello, reivindica un plan de choque para el empleo, dirigido sobre todo a jóvenes y a parados de larga duración, y también «dotación presupuestaria suficiente» para becas.

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