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Patronal y sindicatos llegan a un acuerdo en el convenio del metal tras dos años de bloqueo

Fempa acepta que permanezca la cláusula de ultraactividad y el pago del 2,9% de incremento salarial pendiente de 2011 y 2012, que pedían UGT y CC OO.

Patronal y sindicatos llegan a un acuerdo en el convenio del metal tras dos años de bloqueo

Nadie quedó del todo contento, pero en eso reside el arte de la negociación, y, precisamente por ello también, patronal y sindicatos alcanzaron ayer un principio de acuerdo en la negociación del convenio colectivo del metal, que afecta a cerca de 35.000 trabajadores alicantinos, desde electricistas a fontaneros, pasando por empleados de talleres de automoción, la siderurgia o la fabricación de maquinaria. La reunión, que superó la seis horas, fue intensa, bastante intensa, pero servía para dar carpetazo a dos años de negociación, una treintena de sesiones, y abría el camino a la paz social en el sector, después de unos tiempos bastantes convulsos. La Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa) accedía a que el convenio conservara la cláusula de la ultraactividad y a pagar los atrasos pendientes de 2011 y 2012, pese a que aún está pendiente de salir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia, mientras que UGT y CC OO aceptaban la congelación salarial para 2013 y 2014, y subidas del 1,5% en 2015 y del 1,3% en 2016. De hecho, el marco temporal del convenio se prolonga desde 2013 a 2016, aunque en la práctica tendrá efectos por seis años.

De entrada, las dos partes aprobaron el reconocimiento de los incrementos del 0,9% de 2011 y del 2% de 2012, que habían acabado en el juzgado, ya que la patronal no los aceptaba, pese a que estaban en el anterior convenio. La parte económica amparaba su rechazo en el II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que marcaba una subida de entre el 0 y el 0,5%. Con ello, las empresas tendrán que aplicar estas subidas, que, según los cálculos que se manejan, pueden oscilar entre los 300 y los 1.000 euros por trabajador, en función de la antigüedad y la categoría, al margen de lo que fallen los tribunales. Para ello, las empresas que a estas alturas no han abonado esas cantidades, tendrán como límite máximo hasta el 31 de diciembre de 2015 para pagar los atrasos, con un calendario que establece cuatro plazos.

Como contrapartida, y pese a que los sindicatos habían pedido subidas que iban desde el 1 al 1,5%, se impone la congelación salarial para 2013 y 2014. No obstante, de cara al año que viene habrá un aumento del 1,5%, pero sin revisión salarial; y para 2016 otro del 1,3%, en este caso con revisión de carácter técnico, pero sin atrasos.

En cualquier caso, uno de los principales tantos que se anotan los sindicatos es el de haber logrado garantizar la ultraactividad en el texto del convenio, algo que, tanto desde UGT como desde CC OO, consideraban innegociable por la continuidad que daba a la normativa en tiempos de negociación, evitando así vacíos, mientras que la patronal estimaba que esta cláusula sólo servía para bloquear los procesos de diálogo. De hecho, junto a los atrasos y los incrementos salariales, éste había sido otro de los grandes caballos de batalla.

Por otro lado, la patronal logra que se establezca un tope máximo de dos quinquenios, por el 5% del salario base, en concepto de antigüedad para los trabajadores del sector, aunque, eso sí, los que se están devengando en estos momentos, se completarán. También se fija una bolsa horaria de libre disposición de 130 horas anuales, frente a las 70 que había hasta la fecha; y se elimina la cláusula de que los viajes por cuenta de la empresa sean en primera clase. El texto, que pasará a llamarse Convenio de la Industria, Servicios y Tecnologías del Metal, se remitirá al acuerdo nacional del sector en lo que respecta a la ampliación de periodos de prueba, contratación, régimen disciplinario y categorías.

Este principio de acuerdo, que ahora pasará por la asamblea de delegados de los dos sindicatos y, posteriormente, por el comité de redacción, está previsto que se selle de forma definitiva durante la primera semana de mayo. El visto bueno llega después de que hace sólo dos semanas la patronal amenazara con llevar a los tribunales el convenio si no se desbloqueaban las negociaciones, mientras que los sindicatos amagaban con convocar una huelga. Sin embargo, todo esto quedaba ayer atrás.

Satisfacción en ambos lados

Sin ir más lejos, el secretario general de Fempa, Luis Rodríguez, incidía tras la sesión en que «lo más importante es que esto supone el triunfo del diálogo social y la negociación colectiva sobre la peligrosa deriva de judicialización continua de conflictos en sede de la jurisdicción social, y, además, tenemos nuevo convenio sectorial en la provincia de Alicante que garantiza la paz social durante otros tres años».

En términos similares se pronunciaba el secretario general de Industria de CC OO en las comarcas del sur, Juan José Pastor, quien precisaba que «ha sido complicado, pero, al final, hemos sido capaces de llegar a un acuerdo que es verdad que no deja contento a nadie, pero que da estabilidad al sector».

Por su parte, el secretario general de MCA-UGT de las comarcas de Alicante, Adolfo Durán, ponía el acento en que «es importante para el sector que se haya desbloqueado el convenio, pero ahora hace falta que la Administración impulse un plan industrial, tanto a nivel nacional como en la provincia, porque es un motor muy importante para la economía, sobre todo la de Alicante, y faltan apoyo y recursos».

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