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La Fundación Caja Mediterráneo arrancará con un presupuesto anual de cinco millones

La institución buscará ingresos mediante la explotación de su patrimonio y la colaboración con empresas privadas y confía en retomar su actividad en abril

La Fundación Caja Mediterráneo arrancará con un presupuesto anual de cinco millones

Una vez superado el escollo de las cuotas participativas -cuya amortización a cero euros se comunicó ayer oficialmente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)-, la nueva Fundación Caja Mediterráneo iniciará su andadura con un presupuesto anual de alrededor de cinco millones de euros, de los que un 70% se destinarán a la Comunidad Valenciana y el restante 30% a la Región de Murcia. Al menos ésa es la intención del todavía presidente de la gestora provisional, Matías Pérez Such, que se perfila también para ocupar este mismo cargo en la nueva institución.

En cualquier caso, deberá ser el patronato de la nueva fundación el que decida sobre este último asunto en la reunión constituyente que debe celebrar en los próximos días y para la que todavía no hay una fecha concreta ante la dificultad de cuadrar las agendas de sus 15 miembros. No obstante, el objetivo es que la puesta en marcha se produzca en el plazo más breve posible para que este mismo mes de abril pueda retomarse la actividad de la antigua Obra Social, que lleva prácticamente paralizada desde principios de este año.

Entre las primeras tareas que deberá abordar este órgano está la búsqueda de nuevos ingresos para financiarse, ya que será imposible que pueda vivir exclusivamente de las rentas de los más de 70 millones de euros que tiene en fondos y depósitos bancarios. Al respecto, según indicó ayer Pérez Such a este diario, una de las vías para obtener dinero será rentabilizar el patrimonio con el que nace la fundación, por ejemplo, con el alquiler de alguno de los 39 inmuebles que hereda la institución. También se buscarán patrocinios y colaboraciones con empresas privadas, y se optará a subvenciones, aunque el exsecretario autonómico de Turismo reconoce que «no es el mejor momento para pedir dinero a las administraciones».

Énfasis en los temas sociales

En cuanto a los ámbitos de actuación, la Fundación Caja Mediterráneo pretende seguir siendo un referente en la vida cultural de la provincia -no en vano posee más de 3.900 obras artísticas, diversos legados, 194.000 volúmenes y algunos de los monumentos más destacados de la zona, como la Casa-Museo Modernista de Novelda-, pero quiere aumentar el peso que tenían las iniciativas sociales. «Creemos que en este momento hay que adaptarse a la realidad de la dura crisis que estamos sufriendo», explicaba ayer Matías Pérez Such.

Así, se reforzarán aspectos como la concesión de becas o las líneas de ayuda para la integración social y también las iniciativas para fomentar el desarrollo económico, uno de los objetivos fundacionales que incluso se ha recogido específicamente en los estatutos de la fundación, registrados ante notario el pasado viernes.

Pérez Such mostró ayer su satisfacción porque finalmente la decisión de amortizar las cuotas se lograra alcanzar «por unanimidad» y dentro del plazo marcado por la legislación, que establecía el pasado sábado como el último día para acometer la transformación de la antigua Caja Mediterráneo en fundación.

Tal y como ayer se explicaba en el hecho relevante remitido a la CNMV, este paso era imposible sin antes liquidar definitivamente los polémicos títulos emitidos por la CAM en 2008 y que, tras la intervención de la entidad, ya llevaban más de dos años y medio en un limbo jurídico, excluidas de cotización pero sin amortizar a pesar de que su valor era de cero euros desde que los administradores del FROB y la asamblea general aprobaron las cuentas de 2011, en las que se utilizó el capital que suponían las cuotas para enjugar las pérdidas registradas por la caja.

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