Abertis ha cifrado en 207 millones de euros su exposición en las autopistas de peaje en quiebra en las que participa, importe que el grupo tiene "totalmente provisionado", según informó el consejero delegado de la compañía, Francisco Reynés.

Este importe corresponde tanto al capital como a los préstamos subordinados que Abertis ha puesto en las tres vías de pago quebradas en las que participa, tres de las radiales de Madrid (la R-3, la R-5 y la R-2) y la circunvalación de Alicante.

En este sentido, el presidente de Abertis, Salvador Alemany, manifestó su confianza en que el diálogo entre todas las partes implicadas en esta autopistas, la Administración, la banca y las empresas, de "lugar a una buena solución".

Alemany ha defendido que la garantía de la Administración en las concesiones estaba prevista desde el principio, y que "no hay una cuestión de socialización de pérdidas y privatización del beneficio".

"Cuando las cosas van mal, el inversor privado paga las consecuencias", aseveró en la rueda de prensa previa a la junta anual de accionistas de Abertis.

En este sentido, el presidente del grupo recordó que se trata de unas infraestructuras que son de titularidad estatal y que fueron concesionadas a las empresas, aunque en los pliegos ya figuraba que la administración puede recuperar el activo antes de tiempo si hay dificultades en las concesiones.

"El sistema (concesional) ha funcionado y seguirá funcionando en el futuro", garantiza Alemany, que ha reivindicado la utilidad de los sistemas de colaboración público-privada para la construcción de infraestructuras y sus posibilidades de crecimiento en el mundo.

"NO FORZAR RESPONSABILIDADES Y ERRORES".

El presidente de Abertis declinó valorar el plan propuesto por el Gobierno para rescatar las autopistas en quiebra, dado que actualmente está en plena negociación, pero ha explicado que el tema no les ha sorprendido porque hace tiempo que vieron que esas vías "entrarían en problemas".

En su opinión, se trata de concesiones que "adolecieron de problemas de oportunidad, diseño, expropiaciones y les pilló de pleno la crisis en la etapa de consolidación".

En todo caso, considera que no hay que "forzar demasiado las responsabilidades y los errores", porque a su parecer están definidos desde el principio y está todo bastante claro, por lo que desde Abertis no han sido beligerantes, según asegura.

El pasado martes, el Gobierno presentó al sector el plan que ha diseñado para rescatar a las nueve autopistas de peaje en quiebra. El proyecto pasa por integrar las vías en una sociedad 100% pública tras, previamente, realizar una quita del 50% tanto a la deuda financiera que soportan como al monto que la Administración debe a la constructoras que las construyeron.

Los importes restantes de deuda, unos 2.400 millones de euros de los bancos y unos 240 millones de las constructoras, se convertirá en un bono a treinta años con una rentabilidad del 1%.