La negativa del Sabadell a implicarse en la puesta en marcha de la nueva fundación heredera de la actividad benéfico-cultural de la CAM puede salirle muy caro a la entidad. Los responsables de la nueva institución consideran que si el banco catalán no ha querido colaborar en el proceso tampoco ellos tienen ninguna obligación de seguir manteniendo en sus oficinas los alrededor de 70 millones de euros en fondos de la antigua Obra Social, por lo que organizarán una subasta para adjudicar la gestión del dinero a otra entidad. Lo cierto es que la gestora y el Sabadell nunca se han entendido y, entre otras cosas, la primera siempre ha denunciado la falta de colaboración del banco para dar una solución a las cuotas o incluso «para saber cuántos afectados hay realmente», ya que es el banco quien mantiene los ficheros de la comercialización de los títulos, según su presidente, Matías Pérez Such. Por su parte, el Sabadell siempre ha huido de una institución que considera politizada. d. Navarro