Esta vez había trabajadores pero no había trabajo. Los empleados de la planta alicantina de Coca-Cola regresaron ayer a sus puestos tras más de un mes de huelga contra el cierre de las instalaciones pero no pudieron hacer nada porque desde la dirección no se dieron las pertinentes órdenes para poner en marcha la producción, según aseguró el presidente del comité de empresa, José Vicente Salinas, quien señaló que tampoco para hoy se les había dado ninguna previsión.

«Confiamos en que no sea una treta y esperaremos, pero si el miércoles seguimos igual veremos si tomamos alguna medida», apuntó Salinas, reflejando el temor a que se trate de una medida de presión para que la plantilla acepte acogerse a las bajas incentivadas y los traslados que la empresa ofrece dentro del ERE que ha decidido ejecutar sin el conseso de los sindicatos, algo que también apuntó el secretario general de FITAG-UGT en l'Alacantí, Joaquín Gil.

De esta forma, los trabajadores pasaron ayer la jornada charlando en corrillos en el interior de la fábrica a la espera de que los responsables les asignaran sus tareas hasta que, a las dos de la tarde, se concentraron en la puerta de la fábrica para recordar su rechazo al ajuste de personal, que suprimirá 1.190 empleos en toda España y cerrará cuatro fábricas, entre ellas la de Alicante. Unas concentraciones que seguirán repitiendo todos los días.

En este sentido, hay que recordar que los empleados de Coca-Cola decidieron regresar a sus puestos de trabajo, según dijeron, por temor a «un cierre patronal». Es decir, a que la empresa desmantelar la planta aprovechando la protesta.

Cierre ordenado

Desde la compañía, sin embargo, aseguraron que es «normal que después de tanto tiempo parada se tarde algunos días en volver a la normalidad». Así, recordaron que se trata de una industria alimentaria y que hay que higienizar las instalaciones antes de recuperar la actividad, algo que también confirmaron los trabajadores. De esta forma, Coca-Cola Iberian Partners aseguró que la planta volverá a producir y que su cierre, «cuando llegue el momento», se realizará «de forma ordenada».

Por otra parte, UGT apuntó ayer que continúa con la redacción del recurso para impugnar el ERE y solicitar su suspensión cautelar.