No suele ser habitual que los miembros de un piquete acaben aplaudiendo y haciendo la ola a los policías antidisturbios que han llegado para disolverlos pero es lo que ayer ocurrió en la puerta de Codisbegan -la compañía ubicada en el polígono del Pla de la Vallonga responsable de distribuir los productos de Coca-Cola en la ciudad de Alicante-, cuando los agentes admitieron que no podían hacer nada para impedir que los protestantes mantuvieron sus vehículos aparcados en la puerta de las instalaciones, bloqueando la salida de los camiones. El motivo: que la compañía no dispone del correspondiente vado municipal por lo que ninguna norma prohíbe el estacionamiento a la entrada del recinto.

Así, un pequeño formalismo -casi más propio de una película cómica- permitió anotarse un nuevo triunfo moral a los trabajadores de la planta embotelladora de Coca-Cola, justo en el momento en que ya empezaban a acusar el desgaste de una huelga indefinida contra el cierre djavascript:cargarFckEditor('pTexto');e la fábrica que hoy llega ya a su novena jornada.

Aunque Codisbegan es una compañía completamente independiente de Coca-Cola Iberian Partners -la propietaria de la embotelladora que se quiere desmantelar-, desde el primer momento los trabajadores decidieron bloquear sus instalaciones al mismo tiempo que las de la propia factoría, conscientes de que frenar el reparto aunque sólo fuera en la capital era una de sus mejores bazas para que la protesta tuviera un mayor impacto. Por este motivo, negociaron con los responsables de la distribuidora y sus trabajadores, que aceptaron parar su actividad durante unos días por solidaridad, y apostaron un piquete que permanece día y noche en la puerta del almacén.

Tras una semana sin incidentes y sin que saliera un sólo vehículo del recinto, la alarma saltó al mediodía de ayer cuando desde Codisbegan anunciaron a los trabajadores de Coca-Cola que había en la puerta haciendo guardia que «habían recibido la orden desde arriba de cargar los camiones y de salir a repartir», según relataba el presidente del comité de empresa, José Vicente Salinas. Rápidamente se corrió la voz y se concentraron hasta medio centenar de afectados en la puerta del recinto, dispuestos a frenar cualquier intento de distribución.

Tensa espera

Durante tres largas horas los concentrados estuvieron aguantando el frío y el viento huracanado que ayer azotaba la ciudad de Alicante, mientras los empleados de Codisbegan aprovisionaban los vehículos para su salida y se llegaron a producir incluso algunos cruces de insultos y momentos de tensión. Varios responsables sindicales, como la secretaria general de CC OO en l'Alacantí, Consuelo Navarro, o el secretario general de FITAG-UGT, Joaquín Gil, se desplazaron hasta el polígono industrial para apoyar a los huelguistas y evitar, en lo posible, enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

La Policía Nacional llegó sobre las tres de la tarde con todo lo necesario -dos coches patrullas y tres furgonetas con agentes antidisturbios- para disolver la concentración y abrir paso a los camiones de reparto del refresco. Algunos ya se preparaban para lo peor cuando alguien cayó en la cuenta de que las naves de la distribuidora no tenían las placas que delimitan los vados permanentes, por lo que se negaron a mover los coches que habían estacionado en la puerta. Entonces el responsable de la Policía Nacional llamó a la Policía Local para comprobar la normativa y desde el cuerpo municipal corroboraron que, efectivamente, sin vado nada podía obligar a retirar los vehículos, lo que comunicaron a la compañía.

Fue cuando los trabajadores prorrumpieron en un sonoro aplauso y corearon lemas en favor de los agentes del estilo «Esa policía como mola, se merece una ola». Está por ver cuánto durará esta alegría, lo que dependerá de lo que tarde el Ayuntamiento de Alicante en tramitar el vado que con toda probabilidad solicitará hoy la distribuidora. En cualquier caso, para el presidente del comité de empresa, las presiones de la compañía para que se reanude el reparto demuestra que «la empresa se está poniendo nerviosa» y que el paro indefinido «le empieza a hacer daño». Al respecto, los trabajadores ya han denunciado, incluso ante la Inspección de Trabajo, que Coca-Cola Iberian Partners está suministrando a sus mejores clientes en Alicante a través de otras distribuidoras de la provincia, lo que ha evitado el desabastecimiento que, no obstante, según los trabajadores, sí que está afectando a los locales más modestos de la zona.