Lo que era un plan de choque para acelerar la tramitación de los miles de expedientes atascados en el Fogasa ha terminado por convertirse en motivo de desesperación para los afectados: más de 9.000 trabajadores alicantinos que desde el pasado mes de octubre no tienen forma de saber en qué punto se encuentra la tramitación de sus indemnizaciones, si existe algún problema o ni siquiera una fecha aproximada de cuándo se les pagará. Una situación de «auténtico desamparo» para unas personas que en muchos casos ya suman más de 15 meses esperando a recibir sus compensaciones y que ayer llevó a la secretaria general de CC OO en l'Alacantí y les Marines, Consuelo Navarro, a amenazar con encerrarse en la sede del organismo público junto con un grupo de afectados para exigir una solución.

Sólo la mediación de la Subdelegación del Gobierno, que se comprometió a elevar una queja a Madrid, evitó que pasaran la noche en las instalaciones de la calle de San Juan Bosco, en Alicante. El problema empezó cuando el Ministerio de Empleo decidió transferir a una empresa pública ubicada en Madrid -Tragsatec- la tramitación de miles de expedientes para evitar el colapso del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), el organismo encargado de pagar los salarios y las indemnizaciones por despido a los trabajadores de las empresas que se declaran insolventes o que cierran sin previo aviso y que, desde el inicio de la crisis, había ido acumulando un considerable atasco.

Alicante era una de las provincias donde el retraso era mayor

y se decidió trasladar todos los casos admitidos a trámite entre noviembre de 2012 y octubre de 2013. En total unos 6.600 expedientes que afectaban a más de 9.000 trabajadores. El problema es que, desde el mismo día en que se produjo el traspaso en octubre, nadie se ha puesto en contacto con los afectados y, lo que es peor, estos tampoco tienen ninguna manera de conseguir ningún tipo de información ya que en la base de datos del Fogasa tan sólo aparece que el expediente ha sido transferido, por lo que los funcionarios no pueden acceder a los mismos para conocer su estado. Tampoco hay manera de contactar con la empresa que ahora los gestiona.

A punto de agotar las prestaciones

«Hay auténticos dramas. Hay mucha gente que, después de más de 15 meses, está a punto de agotar el paro y que no tiene nada cuando la Administración le debe miles de euros. Es una auténtica vergüenza», denunciaba ayer la dirigente de CC OO que desde un principio nunca vio claro el plan del Gobierno. «Lo que deberían haber hecho es aumentar la plantilla del Fogasa, no tiene sentido que en plena crisis, cuando más trabajo tienen, se reduzca personal, que es lo que ha ocurrido. ¡Si hasta parece que quieren esconderlo!», señalaba Consuelo Navarro en referencia al traslado de las instalaciones del Fogasa en la capital de la provincia desde las instalaciones mucho más accesible de Empleo en la calle Reyes Católicos a una tercera planta en la calle San Juan Bosco.

«Antes al menos te explicaban cómo estaba la situación pero ahora no sabemos nada. Ya no sabemos qué pensar, los propios funcionarios no sabe ni qué decirte», aseguraba Gloria Sánchez, una de las afectadas, que lleva desde enero de 2013 esperando a cobrar su indemnización por despido después de que la clínica en la que trabajaba en Beniarbeig cerrara sus puertas.

Mientras, desde el Ministerio de Empleo minimizaron ayer el problema y destacaron que «en ningún caso se han perdido los expedientes» y que estos volverán al Fogasa cuando su tramitación esté completa ya que es el organismo público el que finalmente «concede o deniega la indemnización y el que las paga».

Sobre la desinformación absoluta que sufren los trabajadores, desde el departamento que dirige Fátima Báñez consideran suficiente con que los ciudadanos sepan «que se está trabajando» en los expedientes. En este sentido, insistieron en que la transferencia de las tareas burocráticas a Tragsatec «permitirá que los afectados cobren antes», aunque al ser preguntados por la fecha señalaron que el compromiso es que todos los expedientes estén resueltos «a lo largo de 2014».