El juzgado de lo Mercantil número 2 de Alicante aceptó ayer la propuesta del administrador concursal para liquidar Vissum Corporación e iniciar el proceso de venta de las clínicas a un nuevo inversor, según confirmaron ayer fuentes oficiales del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. La decisión se adopta después de que la compañía fundada por el doctor Jorge Alió haya sido incapaz de encontrar una solución pactada a la situación concursal en que se encuentra desde octubre del año pasado, cuando solicitó acogerse voluntariamente a la antigua suspensión de pagos.

Desde el TSJ insistieron en que el objetivo es lograr que los 20 establecimientos de la cadena que aún siguen abiertos -desde la declaración del concurso se han cerrado cuatro clínicas-puedan mantener su actividad y recuerda, tal y como ayer adelantó INFORMACIÓN, que «varios fondos de inversión y grupos empresariales del sector » que ya han mostrado su interés por quedarse con el negocio. En concreto, se trataría de tres firmas españolas y una británica que ya habrían entrado en contacto con los responsables de Vissum para conocer las cifras de la empresa.

Desde el juzgado también se señaló que «el proceso gozará de la máxima transparencia y publicidad» y que, a la hora de la adjudicación, «primarán aquellas ofertas que garanticen la continuidad de un mayor número de puestos de trabajo» de los aproximadamente 200 que en estos momento tiene la compañía. Este criterio se conjugará con el de obtener el mejor precio posible con el objetivo de satisfacer al mayor número de acreedores posible.

Quince días para presentar el plan

De esta forma, tras la decisión de ayer, ahora los administradores concursales tienen 15 días para presentar su plan de liquidación ordenada de la sociedad; posteriormente se abrirá un plazo para que los acreedores puedan realizar sus alegaciones y, finalmente, se abrirá un periodo de alrededor de un mes para recibir propuestas de los posibles interesados.

Según ha podido saber este diario, los actuales gestores de Vissum trataron de evitar este desenlace buscando nuevos inversores dispuestos a reflotar el negocio, para lo que contactaron con diversos grupos aseguradores y del sector sanitario privado español, y también con algunos fondos de inversión. Sin embargo, todos ellos se negaron a entrar en el accionariado de la firma asumiendo la abultada deuda de más de 30 millones de euros que arrastra la compañía, a pesar de que los bancos -los principales acreedores- estaban dispuestos a acordar una importante quita en la misma para evitar la disolución de la sociedad.

En este sentido, el «pool» bancario está liderado por Bankia, que también es accionista de forma indirecta de la sociedad con un 25% del capital, por lo que de acuerdo con la legislación mercantil será la última en cobrar en la liquidación, aunque las fuentes consultadas afirman que la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri tampoco se ha implicado especialmente en la resolución del problema y, de hecho, sus representantes se abstuvieron en la junta general en la que se votó la solicitud de disolución.

En cualquier caso, una vez liquidada la sociedad, el futuro propietario se hará cargo de las clínicas y del personal sin esta carga financiera, lo que aumenta el interés de los posibles compradores, por lo que no se esperan problemas para colocar la cadena de clínicas. La liquidación, no obstante, supondrá la salida definitiva de su fundador, Jorge Alió, del accionariado aunque muy probablemente continúe vinculado a la misma como director médico.

Los problemas de Vissum en los primeros años 2000 cuando decidió emprender un plan de expansión que le llevó a abrir 24 clínicas oftalmológicas en 11 provincias distintas. La crisis impidió rentabilizar esta inversión y la compañía acabó solicitando el concurso de acreedores.