Vissum, una de las firmas de referencias del sector sanitario en la provincia, no ha logrado superar el concurso de acreedores. Catorce meses después de que la cadena de clínicas oftalmológicas impulsada por el doctor Jorge Alió se acogiera voluntariamente a la antigua suspensión de pagos, el administrador designado por el juez tiene previsto presentar hoy una propuesta de liquidación necesaria de unidad productiva para poner fin al proceso, lo que abrirá la puerta a la venta del grupo a nuevos inversores, según ha podido saber este diario.
Si se cumplen los tiempos establecidos, el titular del juzgado de lo Mercantil número 2 de Alicante dispondrá de 15 días para decidir si acepta la solicitud de liquidación y, en caso afirmativo, se abrirá un plazo de un mes para aceptar propuestas de posibles compradores. Al respecto, fuentes de la compañía aseguran que ya hay al menos tres grupos españoles y otro británico que estarían interesados en adquirir la firma tras su liquidación, lo que permitiría que las clínicas -o al menos una parte de ellas- siguieran en funcionamiento tras la operación.
Esto supondría la salida del accionariado de Vissum de su fundador aunque, según las fuentes consultadas, Alió mantendría su vinculación con el grupo como director médico del mismo o con un cargo similar dado que el prestigio que acumula es uno de los mayores activos con los que cuenta todavía la compañía.
Nacido en 1995 como Instituto Oftalmológico de Alicante, Vissum Corporación solicitó el concurso de acreedores en octubre del año pasado ante la imposibilidad de hacer frente a la abultada deuda que arrastraba como consecuencia de unos planes de expansión que le llevaron a contar con 24 clínicas repartidas por 11 provincias distintas y que nunca llegaron a generar los ingresos previstos. La mayoría de ellas se inauguraron a principios de la década de los 2000 y no lograron consolidarse antes del estallido de la crisis, que ha afectado especialmente al negocio al tratarse, en gran parte, de operaciones que no son de extrema necesidad.
Más de 32 millones de deuda
En el momento presentar en el juzgado la petición para suspender pagos, la compañía acumulaba un pasivo -una deuda- de más de 32,2 millones de euros y sólo en los tres ejercicios precedentes -entre 2009 y 2011- había acumulado unas pérdidas de más de nueve millones de euros, de acuerdo con los datos del Registro Mercantil. También contaba con una plantilla de 236 trabajadores.
La entrada en concurso del grupo oftalmológico también abocó al mismo proceso a su principal accionista, Clinvers Corporación, que ostenta el 61% de los títulos. Otro 25% del grupo pertenece a la sociedad Estrategia Inversiones Empresariales, un fondo de capital riesgo creado en su día por Caja Madrid y que, por tanto, ahora es propiedad de Bankia.
Aunque en su día desde Vissum aseguraron que la presentación del concurso era una medida «temporal» para garantizar la viabilidad de la compañía, finalmente la empresa no ha logrado salir adelante y el administrador concursal ha optado por solicitar su disolución. Otras firmas del sector sanitario alicantino, como la Clínica Mediterránea de Neurociencias, han seguido el mismo camino.
