El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Alicante alertó ayer sobre la existencia de algunas empresas que ofrecen la posibilidad de expedir los nuevos certificados energéticos de las viviendas «a distancia», únicamente con la información facilitada por teléfono por el propietario y sin que un profesional revise realmente las instalaciones. Este certificado es obligatorio desde el pasado 1 de junio para todos aquellos inmuebles que se pongan a la venta o alquiler en España con el objeto de orientar al futuro inquilino sobre la eficiencia del aislamiento y otros aspectos de la casa que influyen, por ejemplo, en el futuro gasto en calefacción.

Por eso, los ingenieros recuerdan que esta práctica de expedir certificados «de oidas» es ilegal y señalan que estarán atentos para denunciar cualquier anomalía que se detecte. En este sentido, en el conjunto del país ya han sido cuatro las compañías demandadas ante las autoridades de Consumo por estas irregularidades, varias de ellas de ámbito nacional por lo que también actuaban en Alicante, según la información facilitada por el Colegio.

«Lo que las correspondientes empresas o profesionales ofrecen es, pura y llanamente, que el cliente sea quien suministre a su libre antojo los datos o fotografías del edificio, o la parte del mismo que vaya a ser objeto de la certificación. Todo ello, por lo tanto, sin la más mínima garantía de la veracidad de los datos e imágenes aportados», señalan los profesionales, que recuerdan que la Administración puede tener responsabilidad patrimonial en este asunto si no consigue atajar estas malas prácticas.

Al respecto, el presidente del Consejo General de Ingeniería Técnica Industrial, José Antonio Galdón, señala que uno de los problemas en este asunto es que «el ciudadano piensa que se trata de una tasa más que se ha inventado la Administración para continuar con su afán recaudatorio, y se obvia por completo el fin perseguido». Es decir, que la eficiencia energética de una vivienda influye en los gastos de mantenimiento de la mista y también en el confort que conseguirán sus habitantes.