El consumo de carburantes de automoción, uno de los indicadores más fiables de actividad económica, se ha desplomado en la provincia de Alicante un 22,4% entre los años 2008 y 2013. Los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) reflejan que no ha habido, ni hay hasta la fecha, síntomas de recuperación en este termómetro de la productividad, sino que, por contra, el consumo de carburantes no ha hecho más que reducirse gradualmente año a año hasta marcar en lo que va de 2013 su mínimo desde el estallido de la crisis. Entre enero y julio se han consumido en la provincia 477.064 toneladas de gasóleo A y gasolina 95, mientras que entre enero y julio se consumieron 614.798.

Estas cantidades se refieren a los combustibles de mayor consumo en las estaciones de servicio de la provincia. La gasolina de 98 octanos tiene una cuota de mercado mínima y el resto de gasóleos -B y C- se utilizan especialmente en agricultura y náutica, según apuntaron fuentes de Cores. Dentro de los carburantes principales, el gasóleo A o diésel supera en cuota de mercado a la gasolina en una proporción de tres a uno en la provincia.

La demanda de estos dos derivados del petróleo ha menguado a un ritmo leve pero constante en los primeros siete meses de cada año de la crisis, especialmente desde 2011. En 2009 cayó un 9%, un año más tarde un marginal 0,4%, para volver a contraerse un 5,7% en 2011. En 2012 volvió a bajar un 6,6% para moderar su caída cuatro puntos en lo que va de 2013.

La gasolina de la economía

Los datos de Cores son, para Vicente Llopis, vicedecano del Colegio de Economistas de Alicante, una consecuencia directa «de la recesión». «Una bajada de la demanda global de bienes repercute en el consumo de productos energéticos» explica Llopis, para quien ni siquiera el buen momento que viven las exportaciones, especialmente en este año, consigue empujar las cifras de consumo de combustible hacia el lado verde de la gráfica. «Las salidas al extranjero no tendrán reflejo ahora, sino que si tienen impacto será entre 2014 y 2015. Ahora mismo son invisibles», apunta.

El secretario general de la patronal provincial del transporte (Fetrama) se muestra de acuerdo con el planteamiento del economista. Francisco Ortiz asegura que la caída del consumo de carburantes «tiene una proporción directa con la actividad de los transportes de mercancías», ya que «los desplazamientos hacia el interior del país suelen repostar al salir o al volver de la provincia». El volumen de operaciones nacionales con origen en Alicante «ha caído entre un 30 y 40%» en los últimos cinco años, según el representante de Fetrama.

Ortiz apunta que «sólo el transporte internacional soporta la caída y frena las cifras negativas del resto del sector» del transporte, «parado en un 90%» en segmentos como los que cubre la «flota de transporte para obra pública».

En estas circunstancias, en las que los camiones que más trabajan son los que sirven a Europa, la única alternativa que han encontrado los transportistas es, según Ortiz, «adaptar si pueden su flota para poder hacer rutas internacionales».

Además, el portavoz de Fetrama sostiene que este -22,4% en consumo de gasóleo y gasolina «es extrapolable» a la menor demanda de mercancías y la racionalización del gasto de los particulares. «El descenso es brutal porque la gente usa el coche para lo imprescindible: sale menos, coge el transporte público o directamente comparte coche», explica el secretario de la patronal alicantina.