La incipiente reactivación de la actividad que se está registrando en algunos sectores económicos, sobre todo los relacionados con la exportación y con el turismo, ha sorprendido a muchas empresas con la plantilla diezmada tras años de recortes y sin apenas capacidad de reacción para atender las nuevas puntas de demanda. Sin embargo, la mayoría también considera que es demasiado pronto aún para incorporar a nuevos trabajadores al equipo no confía todavía en que la recuperación sea duradera por lo que el resultado es que la contratación a través de ETT se ha disparado en los primeros meses del año.

En el caso concreto de Alicante, las empresas de trabajo temporal gestionaron entre enero y abril más de 14.000 colocaciones, lo que representa un 53% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando fueron 9.117, de acuerdo con los datos que maneja el Ministerio de Empleo. En el conjunto de la Comunidad Valenciana el incremento fue significativo aunque menor, de un 12,5%, al pasar de 77.846 a 87.606 los contratos tramitados por esta vía, según las mismas fuentes.

Se trata de una tendencia que ya empezó a notarse en los últimos meses del año pasado en noviembre y diciembre las ETT de la provincia experimentaron un crecimiento del 22% en su volumen de trabajo pero que se ha agudizado en los primeros meses de 2013. «Hay muchas empresas que están apostando por internacionalizarse, han conseguido pedidos y se encuentran ahora con la necesidad de sacar la producción adelante sin la plantilla que sería conveniente», explica la directora de la oficina de Randstad en Alicante, Sabrina Martínez, que confirma el aumento en la demanda de sus servicios en los últimos meses.

Control de costes

Se trata, además, de una forma de mantener a raya los costes mientras la recuperación de la actividad se afianza y las empresas ven más despejado el horizonte ya que, a través de las ETT, los responsables de recursos humanos son capaces de ajustar a la hora sus necesidades de personal. «Antes era más habitual que pidieran trabajadores a jornada completa pero ahora los contratan por horas», explica Martínez, que recuerda que el mínimo legal es de tan sólo cuatro horas.

Esto ha provocado que la facturación de las ETT no haya aumentado en la misma medida que los contratos que gestionan. «Aunque son más numerosos, también son más cortos y, por tanto, de menor cuantía», afirma el presidente de la Asociación Provincial de Empresas de Trabajo Temporal y responsable de la firma Help, Rogelio Samper. Además, la crisis también ha obligado a este tipo de negocios a ajustar sus precios, según Samper, y si antes trabajaban con márgenes del 15% (que se encargan de abonar las empresas, nunca el trabajador), ahora «hay que conformarse con un 5%».

Hostelería, almacenes de transformación agraria, fábricas agroalimentarias y otro tipo de industrias volcadas en la exportación son los sectores que más trabajadores están demandando por esta vía, además del transporte, que lógicamente también se ha visto beneficiado del aumento de los envíos al extranjero, explican los profesionales consultados.

En cuanto al perfil del trabajador que acude a las ETT en busca de empleo, desde que empezó la crisis puede encontrarse prácticamente «de todo», asegura Rogelio Samper, ya que la elevada tasa de paro ha llevado hasta la oficinas de estas firmas a universitarios y profesionales altamente cualificados que antes no tenían problemas para ocuparse y que «ahora se ven obligados a coger cualquier contrato para subsistir». También es cada vez más frecuente encontrar a personas de edad avanzada que han perdido su trabajo «de toda la vida» y que ahora buscan una nueva oportunidad, sostiene el representante de las ETT de la provincia. Desde hace unos meses, algunos ya la están encontrando.