Los recortes también se han cebado con los cursos centrados en la formación profesional que contribuyen a aumentar la preparación de empresarios y trabajadores. Las ayudas cayeron en picado. A lo largo del pasado ejercicio se destinó un total de 48 millones de euros frente a los 156 que se invirtieron en 2011. La reducción de subvenciones a este tipo de enseñanzas, dirigidas tanto a personas empleadas como paradas, provocaron la desaparición de programas como los puestos en práctica en los talleres de formación para la contratación o las Casas de Oficio, entre otros, que repercuten de manera especial a los parados con dificultades para la inserción laboral. a. s. s.