La contratación realizada durante el segundo trimestre del 2013 ha sido especialmente precaria según afirma CCOO. A pesar de que la EPA mostró datos en Alicante de una reducción del paro, así como un aumento de la ocupación, este sindicato avisó de la estacionalidad de este aumento de la ocupación y de su baja calidad. Si cruzamos esos datos del INE con los que el SERVEF ofrece mensualmente se confirma la valoración sindical y pone en evidencia a quienes se aferran a estas cifras para tratar de convencernos de que la salida a la crisis está cerca.

En primer lugar, señalar que entre abril y junio ha aumentado la contratación, tanto el total como la temporal, para responder a la demanda de un mercado laboral marcado por la estacionalidad turística. El peso de la contratación temporal respecto al total de contratación también ha ido creciendo, del 89´46% de abril hasta el 91´43% de junio. La contratación temporal sigue siendo la norma en el mercado de trabajo alicantino.

Por otro lado, dentro de los contratos temporales, los que se realizan con una jornada a tiempo parcial también han ido creciendo y suponiendo un mayor peso en el conjunto de la contratación temporal: De hecho, en este trimestre el peso de los contratos parciales sobre el total de la contratación temporal ha pasado de suponer el 40´47% en abril a llegar al 44´91% en junio. A medida que aumenta la contratación temporal, aumenta en mayor medida la contratación a tiempo parcial. La contratación temporal por una jornada inferior a la completa está cogiendo cada vez más presencia hasta casi suponer la mitad de la contratación de duración determinada.

Conviene señalar que, dentro de la contratación temporal a tiempo parcial, CCOO señala que se mantiene una importante discriminación del colectivo de mujeres. En este segundo trimestre el porcentaje de contratos temporales a tiempo parcial que ha correspondido a mujeres se ha situado alrededor del 53% (abril: 53´5%; mayo: 53´4%; junio: 53%). Por lo que se confirma que la precariedad en Alicante tiene un importante sesgo machista. Si observamos la contratación a tiempo parcial pero en contratación indefinida, ese sesgo es mayor ya que la contratación indefinida a mujeres se ha situado en este periodo en el 47´5%, es decir, la mayor parte de este tipo de contratación de más calidad es para el colectivo de hombres; sin embargo, en el grupo de indefinidos a jornada parcial son las mujeres las que se llevan la mayor parte con el 60´19%.

Por último, el contrato más precario, el que se realiza por un tiempo inferior a los 3 meses (muchos de éstos, aunque no lo refleje la estadística, son contratos de menos de una semana), también ha ido ganando peso. Para empezar, los contratos inferiores a 3 meses suponen más de la mitad de la contratación temporal, pasando de suponer el 51´23% en abril a alcanzar el 55´43 en junio. Además, de éstos, los que se han firmado a tiempo parcial han pasado de suponer el 23´89% del total de contratación temporal en abril a suponer el 28´36% en junio.

Los contratos inferiores a tres meses de duración suponen el grupo más importante de los que se firman en Alicante. La versión más precaria, el contrato temporal, a tiempo parcial con una duración inferior a los tres meses (10.733 contratos en junio), suponen en esta provincia algo más de uno de cada cuatro contratos que se firman (41.397 contratos en junio).

Este predominio de la contratación precaria es una fórmula impulsada por la reforma laboral de Rajoy. Se ha legalizado el uso de las horas extras en lo contratos a jornada parcial, lo que supone, de hecho, la legalización, en parte, de uno de los mayores nichos de economía sumergida y competencia desleal del mercado productivo: No es infrecuente encontrar detrás de contratos a tiempo parcial jornadas laborales interminables. Una situación característica del sector servicios que, en esta provincia, en junio pasado supuso el 78´4% del total de la contratación temporal. Además, el control de esas horas extras es, prácticamente imposible por los servicios públicos de inspección, por lo que se termina amparando una situación precaria y desprotegiendo a la persona trabajadora.

Hay que señalar una evidencia: es irresponsable considerar un brote verde el aumento de la contratación precaria. Un mercado productivo sostenible exige contratación de calidad y estable, exige empleo con derechos. Por otro lado, esta situación refleja uno de los fracasos de la reforma laboral de Rajoy: su intención de acabar con la dualidad del mercado de trabajo. Además, pone de manifiesto lo que este sindicato ya avisó, la verdadera intención de esa reforma/recorte es precarizar el empleo, dar forma a un mercado de trabajo sin derechos en el que éstos son tratados como mercancía que se puede recortar en función de intereses patronales.